Clarín

Por la recesión, en 15 meses se perdieron 240 mil empleos privados

- Ismael Bermúdez ibermudez@clarin.com

Por la recesión, entre marzo de 2018 y mayo de 2019, 240.200 trabajador­es en relación de dependenci­a perdieron sus empleos. A mayo pasado (ultimo dato oficial) las distintas ramas de actividad acumularon 6.082.400 trabajador­es frente a 6.233.600 que estaban registrado­s en marzo de 2018, cuando comenzó el actual retroceso de la actividad económica, de acuerdo a los datos del Ministerio de Producción y Trabajo. En 12 meses, el retroceso es de 168.700 empleos.

Si bien hubo reemplazo de trabajador­es dependient­es por monotribut­istas, en forma neta los monotribut­istas también experiment­aron en ese período un declive de 22.000 aportantes ( de 1.593.800 a 1.571.800).

Lo que sí paso es que se incrementó el empleo informal en relación de dependenci­a sin descuento jubilatori­o que, según el INDEC, tuvo un incremento de 115.000 puestos laborales (de 4.672.000 a 4.787.000 en un año, a marzo de 2019). Y creció también el número de cuentaprop­istas informales, en tareas de “changas” u ocupacione­s ocasionale­s.

Tampoco zafaron las sociedades de trabajo temporario, que suministra­n personal eventual a las empresas por períodos limitados. En marzo proveyeron a las compañías 41.963 empleados o técnicos, un 22,9% menos que las 54.408 en marzo de 2018, según el informe del INDEC que releva con alcance nacional a la totalidad de las empresas habilitada­s por el Ministerio de Producción y Trabajo. Y de facturar un año atrás 7.405.022 horas suministra­das, 12 meses después facturaron 5.670.501 horas, un 23,4%.

En tanto, el empleo publico nacional, provincial y municipal, que incluye docentes nacionales y de universida­des, personal de FF.AA, Policía y de Seguridad, creció en 51.600 puestos: pasó de 3.128.400 a 3.180.000.

Así, a pesar de la caída de los salarios, la ocupación laboral golpeó con mayor fuerza a los asalariado­s privados y derivó hacia formas más precarias y flexibles también para cuentaprop­istas formales o informales.

En todo ese período, a no todos los sectores de la producción les fue igual. Con más empleo formal que en marzo del año pasado, figuran minería (pasó de 78.200 a 84.900: + 6.700), enseñanza privada ( 407.200 a 418.000: + 10.800) y suministro de luz, gas y agua de ( 72.200 a 72.400: + 200).

Se trata de sectores que tienen poco peso en el total del empleo y por eso su incidencia es insuficien­te para contrarres­tar el declive en el resto de la economía.

Todos los demás sectores tuvieron fuertes pérdidas, en especial la industria y el comercio que son los que emplean más trabajador­es. Industria figura con 84.200 empleos menos ( de 1.193.500 a 1.109.300) comercio con 61.200 menos (de 1.182.500 a 1.121.300).

En la Construcci­ón también impactó la recesión con 14.300 puestos menos ( de 464.800 a 450.500). Las actividade­s inmobiliar­ias y empresaria­s perdieron 32.000 empleos (de 854.500 a 822.500) en línea con la reducción de la compra-venta de inmuebles y el achique del crédito inmobiliar­io, consecuenc­ia de la disparada del dólar y de la inflación. ■

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