Fue a reparar un lavarropas, asesinó a la dueña de la casa y golpeó con una pala a su hija
Creen que el acusado intentó asaltar o atacar sexualmente a la mujer. La nena tiene fractura de cráneo y está grave.
El asesinato de la docente Lilian Noemí Godoy (46) y el ataque a palazos a su hija de 4 años, que lucha por su vida, conmocionaron a Concordia. Por el caso está detenido Rafael Soto (25), un reparador de electrodomésticos que ya había trabajado en la casa de la víctima. Investigan si se trató de un intento de robo.
El crimen ocurrió en la casa de la profesora de música, en Laprida al 1900, de esa ciudad entrerriana, el lunes alrededor de las 18. Según indicaron fuentes policiales a Clarín, Soto salió de su casa y le dijo a su esposa que iba a “comprar repuestos para una heladera”. Se fue en moto junto a su hija de 6 años. Pero no volvió.
En realidad había ido a lo de Lilian. A esa hora, vecinos de la docente oyeron gritos y llamaron a la Policía. Un patrullero fue al lugar y cuando los agentes estaban entrando a la casa, se encontraron con Soto, con su hija a upa y la ropa ensangrentada.
El hombre dijo que “estaba todo tranquilo y que no había pasado nada”. Pero los policías lo redujeron y entraron a la casa. Adentro, la escena era terrible. Lilian, que trabajaba en la Escuela “Nina Juan María Gutiérrez”, estaba tirada en el piso de la cocina-comedor inconciente. Tenía una fractura en el cráneo y cortes en la cara y el cuerpo. En el baño estaba encerrada su hija de 4 años, también golpeada y ensangrentada.
La mujer murió en el Hospital Masvernat de Concordia a las 20.20 del lunes por los golpes y heridas que había recibido, según dijo a Clarín el jefe Departamental de Concordia, Gustavo Cancio. Su hija permanecía internada en terapia intensiva con pronóstico reservado. La nena tiene el cráneo fracturado por los golpes que habría recibido con una pala.
Soto quedó detenido en la Alcaidía de Concordia, a la espera de ser indagado por el fiscal Fabio Zabaleta. Está previsto que sea indagado hoy. Según indicaron fuentes del caso, el sospechoso tenía marcas de golpes en su cara, que podrían ser signos de que la víctima intentó defenderse.
Los peritos secuestraron un rastrillo, una pala y un cuchillo y analizan si fueron usados en el crimen. También abrirán los celulares del acusado y la víctima. Quieren saber si hubo algún contacto previo al ataque, ya que trascendió que esta vez la docente lo llamó por un lavarropas que no funcionaba.
El interior de la vivienda, que todavía estaba en construcción, estaba todo revuelto. Los voceros indicaron que el desorden pudo haber sido a causa del enfrentamiento entre Lilian y Soto, o un indicio de que el detenido buscaba dinero u objetos de valor. Hay más pistas que hacen pensar a los investigadores sobre un robo. Y sospechan que también pudo haber un intento de ataque sexual.
Soto se dedicaba a realizar reparaciones de electrodomésticos. Cancio dijo que tiempo atrás la docente habría contactado por Facebook al hombre para arreglar una heladera. Los investigadores sospechan que el detenido pudo haberse aprovechado de que la víctima lo conocía.
Organizaciones políticas, sociales y contra la violencia de género convocaron a una marcha en reclamo de justicia en la Plaza 25 de Mayo, en el centro de Concordia. ■