Soldano, el 9 que quiere Alfaro y que está cada vez más cerca
Boca igual sigue buscando un nueve, pese a que Wanchope Ábila se ganó el derecho a sentirse titular. Los 28 goles en 52 partidos hablan de un buen promedio, que toma más valor si se repasa que solo fue titular en 28 de esos encuentros. Pero Gustavo Alfaro quiere un punta más.
Dentro de una lista que incluyó a Guido Carrillo y al chileno Eduardo Vargas, entre otros, la voz del técnico gravitó. Y es por eso que se avanzó en conversaciones con Franco Soldano, por quien se negociará un préstamo por 12 ó 18 meses y con una opción de compra a futuro.
El ex Unión, de 24 años, llegó al Olympiakos en enero pero solo jugó 9 partidos en el semestre y no fue incluido en la lista de la Pre Champions. Antes de partir a Europa, había recibido un llamado de Alfaro para incorporarse a Boca.
La intención del DT es potenciar el día a día entre Ábila, Soldano y Hurtado, aunque los considera de características distintas. Wanchope, sin una “amenaza” detrás, pierde intensidad en cada entrenamiento. Y hoy el venezolano es pura voluntad y destreza física, pero todavía no incorporó el chip futbolístico del equipo. ¿Y Soldano? Alfaro cree que se adaptaría al sistema de juego (4-4-2) porque así jugó en Unión, tiene una presión constante sobre la salida del rival y le podría agregar un recurso que hoy el equipo no tiene: cabezazo. El juego aéreo es quizá el punto más fuerte del cordobés de 1,86m.
El préstamo que se negocia es con un cargo superior a los 300 mil dólares pese a que el club griego pretende percibir cerca de 800 mil. ¿La solución? Que se fije una cláusula de compra acorde y que ese importe se descuente en el caso de que Boca acepte adquirir el pase del delantero. La idea es que el cordobés pueda llegar antes del fin de semana a un acuerdo y ser anotado en los cuartos de final de la Copa Libertadores.
Para el presidente Daniel Angelici, la prioridad pasaba por traer un goleador de renombre. Pero el mercado europeo todavía es extenso y los apellidos de peso especulan con emigrar allí, como en el caso de Felipe Caicedo. Otros, como Paolo Guerrero, no pueden disputar la presente Copa Libertadores. Y algo más: para el entrenador, traer a un jugador de esa jerarquía le haría perder el sitio a Wanchope incluso antes de demostrarlo en la cancha. Por eso prefiere un goleador que eleve el nivel general desde el día a día y no por lo que marque el peso de su nombre. ■