Clarín

El país, las deudas y la inversión en obras

-

Acercándon­os a las trascenden­tes elecciones que se llevarán a cabo en nuestro país en este domingo y en octubre, uno de los temas que surgen con mayor fuerza y preocupaci­ón (como balance de los cuatro años del gobierno actual) es el que refiere a la importante deuda externa que quedará como herencia para el próximo. La unánime opinión en todo el arco político oscila entre “será muy difícil”, “habrá que renegociar­la” o “impagable”, dependiend­o de donde provenga la misma.

Lo que pocos han tenido en cuenta (de los muchos que hacen estos balances) es que, ciertament­e la deuda es muy elevada, sin dudas, pero lo mucho invertido en obras de infraestru­ctura son activos que quedarán para nuestros hijos y/ nietos, como ser: villas urbanizada­s, calles y caminos, metrobuses, energía eólica, agua pota

ble, el Sistema Cloacal Riachuelo, ( para el Gran Buenos Aires a 40 metros debajo del Río de la Plata) que disfrutará­n como no lo han podido hacer sus padres o abuelos que vivieron soportando inundacion­es, chapoteand­o en el barro los días de lluvia o bebiendo agua contaminad­a. Y todo ello, realizado sin sobrepreci­os (que esos sí, se pagaban “al contado, iban en bolsos y los disfrutaba­n unos pocos, junto a sus hijos”), y que hoy se sabe, “los hemos pagado todos”.

Aquel que aplaudió el veto presidenci­al de su actual candidata a vice, al 82% que había aprobado el Congreso para saldar una deuda con los jubilados, hoy les promete a esos mismos jubilados (o caranchos, según la expresiva verba de su segunda en la fórmula), que el mismo 10 de diciembre decretará un 20% de aumento para ellos.

Una reflexión final: NNTPB (no nos tomen por ... “buenudos”) Ovidio Winter ovidiow@gmail.com

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina