Apuntalado por Cristina, Kicillof criticó a su rival en la Provincia
En un acto en Merlo, la senadora detalló que el economista se recibió con “medalla de oro” y lo calificó de “muy especial”.
"Cuidar los votos el domingo". Con ese llamado, cruzado por las sospechas respecto el escrutinio electoral, Axel Kicillof coronó su campaña: fue a Merlo, tras una caravana rutera múltiple, y con Cristina Kirchner sentada a su lado.
En un discurso de más de 20 minutos, el candidato desplegó un arsenal crítico con María Eugenia Vidal. Citó, en tres ocasiones, una ráfaga efectista: "No quiere hablar de la realidad: quizá desde el helicóptero no ve lo que le pasa a la gente".
Kicillof, que arrancó en Cañuelas y pasó por Chivilcoy y San Andrés de Giles antes del cierre en el conurbano oeste, contrastó los 80 mil kilómetros que dice haber hecho con su auto, el "Axelmovil", con el "marketing" de Juntos para el Cambio.
"Necesitamos menos publicidad y más educación, menos deuda y más producción, necesitamos menos chamuyo y más salud pública, menos 'carajo' y más trabajo", arengó con una ironía sobre el grito de Mauricio Macri en su cierre porteño.
El economista, que comparte fórmula con Verónica Magario, martilló sobre el despliegue publicitario de Cambiemos. Cristina, antes, lo sintetizó en una frase con registro bíblico: "Creo que esta campaña es la de David y Goliat".
Pasada las 6 y media de la tarde, en el Club Ferro de Merlo, el intendente Gustavo Menéndez, como anfitrión y maestro de ceremonias, presentó a los candidatos con escenas de stand up político. A Kicillof lo presentó con frases e impostura de relator de box.
En las gradas, se amuchaban intendentes y legisladores del PJ, entre ellos Máximo Kirchner. El acto arrancó casi puntual: Cristina viajaba anoche a Santa Cruz, a votar, y a su vez, no querían que se encimara con el acto de Alberto Fernández en Córdoba (Ver página 6).
Desde el escenario, que compartió con Cristina y Magario -los tres sentados en banquetas-, perfiló su fuego de campaña: anudó cada reproche a Vidal con un sector específico.
Habló de reconstruir la relación con el sector agrario y repitió el planteo sobre la crisis PyMEs. "Se caen 140 PyMEs por mes y Vidal no hace nada", aseguró y cuestionó que la gobernadora estuvo "un año y medio sin ministro de Producción".
Enfocó, en un repaso quirúrgico, otro actor puntual: los docentes. "¿A quién se le ocurre llevar una guerra santa contra los maestros y maestras de Buenos Aires? Son lo mejor que tenemos" dijo.
No fue una coreografía ingenua: Vidal tuvo durante su gestión pulseos muy intensos con los gremios docentes y semanas atrás, al arranque de esa campaña, hizo una autocrítica sobre esa disputa.
Kicillof sumó otro elemento: aseguró que la Provincia redujo "un 12% el presupuesto de salud" y lo mencionó como enlace para plantear que "es una cuestión de prioridad" y repetir su menú de salud, la educación, la producción y el empleo.
Sponsor política de Kicillof, Cristina lo llenó de elogios. Recordó que fue medalla de oro en su promoción en la UBA por tener el mejor promedio y aprobó su tesis con 10. Contó que chateó sobre eso con Alberto Fernández.
"Axel es muy especial, porque además de tener la capacidad tiene la sensibilidad", dijo la ex presidenta y agregó: "No conozco otro ministro de Economía que le proponga a un presidente el 'Ahora 12', por ejemplo" y aseguró que "él lo hizo porque sabe lo que le pasa a la gente".
"Estamos ante una oportunidad que nunca antes tuvimos: que gobierne la Provincia un hombre que conoce la macroeconomía de un país", aseguró la senadora, que invocó datos de un libro de Kicillof sobre la economía bonaerense.
Destacó, en ese contexto, la campaña del candidato. "La verdad que ver recorrer a quien quiere ser gobernador de esta provincia con un pequeño auto y solo tres personas, contra helicópteros y recursos es impresionante" dijo, y mencionó, mordaz, a los que "criticaban al aparato".
Al final, como al principio, sonó un jingle trapero de Axel Kicillof gobernador. ■
La ex presidenta contó que chateó con Alberto F. sobre el promedio académico de Kicillof.