Clarín

La solidez del “Boca de Alfaro”, explicada por sus propios dueños

Izquierdoz, Alonso, Marcone y Buffarini dan las razones por la cuales les llegan poco y les convierten menos.

- Matías Bustos Milla mbmilla@clarin.com

Gustavo Alfaro lo contó un rato después del cómodo triunfo de Boca ante Patronato en Paraná. “Hay que mejorar la capacidad goleadora. La solidez defensiva en este tiempo el equipo la muestra, pero hay que ir 10 o 15 metros más adelante para que el equipo sea ofensivo”, marcó de manera puntual el DT. Lo sabe: su equipo empezó a tomar la fisonomía que él pretendía y que no había podido adoptar en el primer semestre de 2019, cuando por el calendario apretado casi no hubo descanso una vez que arrancó la competenci­a oficial.

Boca apenas recibió dos goles en sus últimos nueve partidos oficiales. Se los hizo Tigre, en esa final de Córdoba en la que el conjunto de Alfaro mereció mejor suerte. Después pasó por Liniers, La Paternal, Curitiba y Paraná. Y se fue con el arco en cero. “Alfaro arma los equipos de atrás para adelante”, describió con precisión a Clarín Iván Marcone, quien conoce al técnico desde hace una década.

¿Alcanza esa porción de partidos para identifica­r un cambio en la faceta defensiva de Boca? En el reinicio del semestre todavía no le marcaron, pero Andrada, por caso, fue figura con atajadas clave contra Huracán en la Bombonera. Sin embargo, este equipo incorporó conceptos del CV tradiciona­l de su técnico. Por eso no es casualidad que la última línea se repita con el arco en cero pese a que mutó bastante: en esos 9 encuentros se utilizaron 8 defensores distintos. Buffarini y Mas jugaron 7 partidos, Junior Alonso e Izquierdoz disputaron 6, Lisandro López estuvo en 5, Goltz y Fabra en 3 y el juvenil Weigandt en 2. Hubo tres parejas de centrales distintas. Pero Boca igual se sostuvo.

“En un equipo grande tenés que salir a proponer todo el tiempo. Sabés que yendo a buscar el resultado tenés que jugar lejos de tu arco y tenés que aprender a defender con espacios en la espalda o mano a mano; en los últimos partidos eso lo hicimos mejor”, repasó Izquierdoz, quien jugó en las dos posiciones de la zaga en este tiempo. Y lo respaldó el paraguayo Junior Alonso en su mirada. “Estamos logrando una solidez defensiva por la ayuda de los medios y de los delanteros también. Queremos lograr una seguridad atrás, ser compactos, agresivos en la marca y no esperar hasta estar cerca de nuestra área para recuperar la pelota. Quizá en algunos momentos nos cuesta jugar más, pero lo estamos mejorando”, subrayó el zurdo.

Para Marcone, la evolución se debe al tiempo de trabajo de la idea. “Gustavo (Alfaro) necesitaba tenernos más tiempo para desarrolla­r su trabajo y se está notando. El equipo tiene una caracterís­tica más parecida a lo que él pretende, con líneas más agrupadas y cortando circuitos de juego del rival. En Brasil, contra Paranaense lo hicimos muy bien y nos falta todavía poder sostenerlo más tiempo en el campo del rival. Es muy importante que nuestros centrales jueguen cerca del medio y que se posicionen más cerca del círculo central que del área, porque nos lleva a todos a adelantarn­os”, analizó el volante central.

Buffarini fue titular buena parte del semestre anterior pero en los juegos de la Libertador­es contra Paranaense dejó su lugar al juvenil Weigandt. “El arranque de este semestre es muy bueno. En el anterior hubo un balance positivo desde los resultados pero tuvimos mucho desgaste. En el tema defensivo creo que estamos bien, nos sentimos sólidos, no nos pudieron convertir ningún gol y en varios momentos de partidos sentíamos que además no nos iban a generar peligro, eso va generando confianza”, contó el lateral derecho. Y elogió al técnico en la faceta de la conducción: “Gustavo es un entrenador muy inteligent­e y podés intercambi­ar ideas con él. Eso es buenísimo. Tuvimos una charla, nos entendimos y nos comprometi­mos. Hemos demostrado en estos partidos que estamos convencido­s de lo que buscamos”.

La “preocupaci­ón” de Alfaro también encuentra sustento. Porque en esos nueve partidos, su equipo anotó apenas 6 tantos. Un promedio bajo para lo que había heredado de Barros Schelotto y con un agregado: hasta que Ábila marcó frente a Paranaense, no había delanteros en la lista de los jugadores con goles. Mac Allister en Curitiba, Ábila y Salvio en La Boca, Tevez y el mismo Toto en Paraná le devolviero­n algo de gol, aunque lo que el DT pretende, es lo otro. Por eso de sus 31 partidos dirigidos en el club, los 18 que se fue sin recibir goles siempre le sacaron una mueca de alegría. “De atrás para adelante”. Casi un slogan de Gustavo Alfaro. ■

 ?? PRENSA BOCA. ?? Alegría. Alfaro y Tevez bromean con Díaz en la práctica de ayer, cerca del arco que sigue cerrado.
PRENSA BOCA. Alegría. Alfaro y Tevez bromean con Díaz en la práctica de ayer, cerca del arco que sigue cerrado.

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