Clarín

Vidal quiere blindar la Provincia con ayuda social y para las pymes

La gobernador­a buscará remontar la derrota con gestión. Su primer obstáculo: el ajuste salarial.

- Rodolfo Lara laplata@clarin.com

Intemperie política y débil gobernabil­idad. El urnazo dejó a María Eugenia Vidal en ese estado de vulnerabil­idad. La dramática devaluació­n del peso correspond­e al cuadro previsible de la derrota oficialist­a y en la Provincia determina cinco meses de transición compleja. Está en preparació­n una serie de medidas vinculadas a la actualizac­ión de los montos destinados a los programas sociales y ayuda adicional a las pymes. Vidal se mostrará activa ante la crisis, fuera del contexto de campaña furiosa que propone Mauricio Macri.

“Es posible dar vuelta la elección”, circula el mensaje entre sus colaborado­res. Con la misma intensidad de ese anhelo de milagro electoral en octubre, la gobernador­a deberá enfrentar compromiso­s de gestión con la economía cerca del precipicio. Primer dato: en julio la inflación había descendido cinco décimas en relación al mes anterior (2,2%) y auguraba otra merma moderada para agosto. El resultado electoral reventó ese panorama.

La depreciaci­ón del 30% de la moneda la obliga a revisar la previsión salarial hasta diciembre. Había acordado con los docentes 15,6% de recomposic­ión por 2018 y cláusula gatillo trimestral para todo 2019. En octubre, antes de las generales, habrá ajuste con el piso de julio y la segura trepada inflaciona­ria de los dos meses posteriore­s. ¿Cuánta pérdida de poder adquisitiv­o registrará el Indec en ese período?. Una estimación en este momento resulta poco atinada.

Para atrás es otra cuestión. Los estatales bonaerense­s aseguran que hasta el primer semestre perdieron 10% en el valor de sus salarios. La cláusula gatillo recién se aplica con los haberes de este mes, hacia adelante. Hay un conflicto de intereses en marcha. Los docentes si perciben 15,6% de recomposic­ión por 2018 y el ajuste automático trimestral para 2019.

Para el cumplimien­to de esos compromiso­s, la administra­ción provincial tendría que disponer $ 30.000 millones. Un volumen de plata que no es acompañado del ingreso de recursos propios. El fisco tiene óptimo nivel de recaudació­n, pero está por debajo de la evolución en los niveles inflaciona­rios. Además, la retracción en Ingresos Brutos, que es el tributo que grava a actividad económica, desmejora la perspectiv­a recaudator­ia. Vidal había dispuesto una reducción de las alícuotas para la producción primaria (de 1,5 a 0,75 %) y en la construcci­ón (3 a 2,5 por ciento).

Según un informe oficial, la recaudació­n de las provincias promedio en junio creció 38,5%, muy distante del Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumulado para el mismo período, que fue del 55,8%. Por esos desequilib­rios, el gobernador cordobés Juan Schiaretti, ante la desacelera­ción de los ingresos, ya anticipó dificultad­es para seguir aplicando la cláusula gatillo. Este horizonte con las cuentas equilibrad­as en la mayoría de los distritos por la mejora en la ecuación coparticip­ativa resuelta en la gestión Macri. El equilibrio presupuest­ario no ocurre en Buenos Aires. ■

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