Un cohete de alcance casi ilimitado, que puede eludir las defensas enemigas
Prototipo. Se cree que los expertos rusos estaban ensayando un nuevo tipo de arma, con un propulsor nuclear compacto.
La “nueva arma” que estaban desarrollando los ingenieros rusos, y que terminó explotando el jueves pasado en la base de pruebas de misiles del norte de Rusia, era probablemente un nuevo tipo de misil conocido como “Burevestnik” -la OTAN lo denomina “Skyfall”-, impulsado por un pequeño reactor nuclear.
Así lo indicaron fuentes de inteligencia de EE.UU. a The New York Times. Se trata de un misil crucero que puede llegar a cualquier rincón de la Tierra. El presidente ruso, Vladimir Putin, había anunciado en 2018 esta nueva tecnología que, según dijo, es “parte de una nueva clase de armas diseñadas para evadir las defensas antimisiles estadounidenses”.
El misil, según trascendió, posee un reducido sistema de energía nuclear que le da impulso y que podría mantenerlo volando durante semanas. Esto le da un alcance prácticamente ilimitado, convirtiéndolo en un arma de tipo estratégico que no utiliza rutas de vuelo balísticas en su camino hacia el objetivo.
Cualquier sistema de defensa antimisiles sería inútil contra este proyectil, lo que representa una seria amenaza para cualquier rival.
“En teoría, permite liberarse de la restricción que significa la cantidad de combustible que puedes transportar. Es posible hacer grandes cambios de rumbo para alcanzar al adversario en zonas expuestas, utilizar trayectorias no vigiladas con el fin de esquivar y sorprender a los radares estadounidenses y su defensa antimisiles”, apunta Corentin Brustlein, director del centro de estudios de seguridad del Instituto francés de relaciones internacionales (IFRI).
“Los rusos tienen una obsesión con respecto a la defensa antimisiles estadounidense y la amenaza que puede representar para sus fuerzas de disuasión, o sea, temen que Estados Unidos tenga algún día la capacidad de neutralizar su arsenal utilizando medios ofensivos y defensivos”, señala Brustlein.
Por eso, agrega el experto francés, “los rusos multiplican sus opciones para estar seguros de poder penetrar las defensas antimisiles estadounidenses”. Sin embargo, destaca que es un desarrollo muy complejo ya que deben lograr miniaturizar un reactor nuclear al punto de poder integrarlo en un misil.
El experto militar ruso Alexander Golts discrepa sobre el supuesto desarrollo del “Burevestnik”. Para él, “es completamente inútil y superfluo”. “Si los científicos rusos hubieran inventado un nuevo tipo de misil con un motor de alcance ilimitado, esto sería más que suficiente para brindarle a Rusia una superioridad sobre EE.UU.”, advirtió. ■