Se desploman los mercados por el temor a una recesión en Estados Unidos
Los principales indicadores cayeron en Wall Street y también en Europa. Fue luego de señales de un posible freno en la economía a causa de su disputa con China.
Los indicadores más relevantes cayeron en Wall Street y también en las principales Bolsas europeas. Fue luego de conocerse señales de un posible freno en la economía estadounidense a causa, básicamente, de su disputa comercial con China. Alemania sintió el impacto.
Una campana de alarma económica sonó ayer en Estados Unidos al emitir señales de una posible recesión en el futuro próximo. Temprano en la mañana, el indicio lo dio la cotización de los bonos del Tesoro a diez años, que cayeron por debajo de los bonos a dos años. Este fenómeno, explicó The Washington Post, conocido como “rendimiento de curva invertida”, ha sido un indicador confiable y temprano de una posible recesión. El diario dijo que, por primera vez desde 2007, el rendimiento de los bonos a corto plazo eclipsó el de los de largo plazo. La última vez que ocurrió fue antes de la crisis financiera de 2008.
En el curso de la jornada, por temores a una recesión y a las tensiones y daños que genera la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la Bolsa de Nueva York cerró con bajas del 3,05%, del mismo modo que horas antes lo hicieron las principales plazas europeas, que cayeron un 2% en promedio. En este caso, además, el desplome se produjo por la contracción que sufrió la economía de Alemania, la locomotora europea, que se encogió un 0,1% en el tercer trimestre, lastrada por el derrumbe de las exportaciones y la producción industrial, sus dos grandes pilares. Es el segundo trimestre no consecutivo en el que no crece, lo que la coloca al borde una recesión. Los analistas marcaban el efecto de tracción que esa economía ejerce en la eurozona ( Ver La crisis...).
Al mismo tiempo, China comunicó ayer que su producción industrial se expandió el 4,8 % interanual en julio, un 1,5 % menos que la cifra alcanzada el mes anterior. Se trata del crecimiento más lento de este indicador desde febrero de 2002, lo que evidencia la debilidad de su demanda doméstica en plena disputa comercial con Estados Unidos.
Los temores sobre la economía de Estados Unidos también afectaron los mercados del petróleo: el índice de Texas cayó un 3,77% a 54.95 dólares por barril, mientras que el Brent, usado en el mercado europeo, perdió un 3,69% (a 59,04 dólares por barril).
Los analistas advierten que la guerra comercial entre China y Estados Unidos debilita la confianza, por lo que las empresas se abstienen de gastar capital en medio de la incertidumbre sobre el panorama arancelario. Aun así, los indicadores estadounidenses continúan mostrando condiciones sólidas de trabajo y consumo, y algunos analistas no creen que haya una recesión a corto plazo.
“Es importante enfatizar el punto obvio de que no hay una inevitabilidad de la recesión”, apunta desde Nueva York James Knightley, economista jefe internacional de ING, en referencia al efecto sobre la curva de rentabilidades de la deuda de los billones de dólares invertidos por la Reserva Federal de EE.UU. en estimular la economía y abaratar los costes de financiación. “Por ahora, la economía de los Estados Unidos se mantiene en buena forma y la recesión ciertamente no es nuestro caso base”, señala Knightley. “Lo que está causando el temor del mercado a la recesión es, por supuesto, una combinación del entorno global más débil y la preocupación de que la naturaleza prolongada de la ‘guerra comercial’ con China está minando la confianza empresarial, incrementando los costes y perjudicando las ganancias”, añade.
De todos modos, no había sucedido algo semejante desde los albores de la Gran Recesión, pero la búsqueda de refugio de los inversores en los emisores de deuda de mayor confianza ante la incertidumbre de los mercados ha provocado la inversión de las curvas de rentabilidad de los bonos de Estados Unidos, que ofrecían una mayor rentabilidad en sus respectivos vencimientos a dos años que en la referencia a diez años. El papel con vencimiento en 10 años comenzó ayer la sesión con una rentabilidad del 1,6540%, por debajo del 1,6630% del bono con vencimiento en 2021.
Desde mediados de los años ‘50 cada una de las nueve recesiones registradas en la mayor economía del mundo estuvieron precedidas por este fenómeno, aunque en ocasiones esta inversión no fue seguida de una contracción de la actividad, como sucedió en 1998 durante la crisis de Rusia, recordaron ayer los expertos.
“La curva del bono de tres al de 10 años se ha invertido durante semanas y ahora, con la inversión de la curva de 2 años a 10 años, las estrellas se alinean indicando que la economía se dirige hacia una gran caída”, dijo Chris Rupkey, economista jefe de MUFG Union Bank. Las recesiones en general ocurren dentro de los 18 a 24 meses posteriores al “rendimiento de curva invertida”, según una investigación de Credit Suisse.
Los mercados estadounidenses entraron en barrena ante ese escenario, pese a que el martes habían disfrutado de una jornada positiva después de que Donald Trump retrasara algunos de los aranceles para China. ■