Denuncian a un sacerdote por abusar de un estudiante en un colegio de Liniers
Es chileno y ya tenía antecedentes en su país. Allí lo investigan por irregularidades en actas de defunción.
En un nuevo hecho que pone a la iglesia católica en el ojo de la tormenta, un cura chileno fue apartado de su cargo en un colegio parroquial de Liniers, acusado de abusar de un joven que integra el grupo de misioneros de la institución. Según declararon la víctima y los testigos que presenciaron la escena, el sacerdote estaba alcoholizado.
El hombre -identificado como Nelson Pérez Jerez- tiene denuncias en su país de origen relacionadas a abusos sexuales y a la falsificación de certificados de defunción de menores con discapacidad, confirmaron las actuales autoridades de un hogar para chicos discapacitados del cual el religioso fue director.
"El hombre está individualizado, está identificado. Se corroboró que está en Santa Fe", confirman a Clarín voceros del Ministerio Público Fiscal de la Nación. "Integra la congregación Siervos de la Caridad. Cuando salta todo este asunto, la congregación pide trasladarlo a la provincia de Santa Fe", continúan.
"No pesa orden de detención aún", sostienen desde el Ministerio. Agregan que la jueza Vanesa Peluffo del Juzgado Criminal y Correccional N° 63 dictó una prohibición de acercamiento respecto de niños, niñas y adolescentes.
Se notificó de esta prohibición al Arzobispado de Buenos Aires, al colegio San José y a la obra donde el hombre está alojado en Santa Fe. Además se pidió a Chile, a través de Interpol, que informe los antecedentes.
Todo ocurrió el sábado 13 de julio, cuando los voluntarios habían pedido permiso a las autoridades del Instituto San José, en Murguiondo y Emilio Castro, para usar la cocina. Allí preparaban empanadas para una nueva campaña solidaria.
Fue entonces cuando Pérez Jerez bajó de su habitación, se unió al grupo de chicos que cocinaba y manoseó en reiteradas oportunidades al denunciante, frente a la mirada del resto de sus compañeros y de otro párroco allí presente.
La víctima -de 17 años- cuenta que ese sábado "nos recibió el sacerdote Arul y cocinamos hasta altas horas de la noche. Por cuestiones de tiempo no alcanzamos a hacer las 500 empanadas y Arul accedió a que siguiéramos cocinando".
"Luego de las 12 de la noche, Nelson Jerez bajó de su habitación en un estado alcohólico bastante intenso y comenzó a hacer chistes a los chicos del grupo, de los cuales tres eran chicas mayores, un chico mayor, seis chicos menores y yo. A las chicas les dijo en 'broma' que iban al grupo misionero para estar conmigo y verme porque soy un pibe lindo. Después toqueteaba a los chicos (el pelo, los hombros) y constantemente se acercaba a mí y me hablaba", relató el chico a Crónica. Según sus expresiones, en varias oportunidades debió alejarse de Jerez, que buscaba el contacto constantemente al punto de poner incómodo a todos los presentes. Lo invitaron a retirarse, le pidieron que se fuera a dormir.
"Riéndose se acercó y me agarró fuertemente del culo. Mis compañeros del grupo lo vieron y se acercaron, pero en el medio de esa situación, volvió a pasar y me agarró nuevamente el culo... Yo estaba muy nervioso y me quería ir, porque me sentía muy mal, pero no podía porque estaba con los chicos y necesitábamos terminar de cocinar", detalló el joven que es coordinador del grupo misionero.
"Los compañeros, como lo vieron afectado, en la semana les comentan a las autoridades del colegio. Las autoridades les respondieron: 'Habrá entendido mal'. Entonces, el chico les termina contando a los padres lo que pasó", detallan las fuentes del Ministerio Público Fiscal. "El padre fue a hacer la denuncia, el miércoles pasado, en la comisaría 90° B de la Policía de la Ciudad. Hasta ahora, es el único caso denunciado. Algunos de los chicos presentes eran mayores de edad, tienen 18 años, y tres de ellos declararon en la investigación", continúan desde el Ministerio.
El joven denunciante ahora está de viaje de egresados. Así que la fiscalía todavía no le pudo tomar declaración testimonial. Su familia apunta a los directivos del Instituto como cómplices de encubrimiento, a lo que desde el establecimiento contestaron con un comunicado.
"En forma inmediata las autoridades de la congregación y del colegio decidieron separar al sacerdote de toda responsabilidad y tarea, hasta tanto el tema sea debidamente aclarado", refiere el comunicado. El otro sacerdote presente esa noche también fue alejado de sus funciones.
A este hecho se sumó el agravante de sus antecedentes en Chile. Allí, Pérez Jerez estuvo al frente del Hogar San Ricardo, una fundación que trabajaba con chicos discapacitados ubicado en la Batuco, unos 30 kilómetros al norte de Santiago. "Según la información recibida, el sacerdote Nelson Jerez, ex director de la institución, habría cometido presunto abuso sexual en contra de menores residentes en hogar de la Obra y habría conocido irregularidades en actas de defunción de algunos menores", informó el Hogar en un comunicado emitido a principios de este mes.
"En virtud de la gravedad de los antecedentes, la congregación de los Siervos de la Caridad ha activado todos los protocolos correspondientes. El director del Hogar San Ricardo, Padre Jorge Poblete, ha denunciado los hechos que se le han informado a la Fiscalía. Además, se iniciarán investigaciones previas canónicas en los casos que corresponda", sigue el comunicado chileno.
"Lo van trasladando para que siga arruinando vidas", opina una madre de alumnos del colegio de Liniers, que pidió a Clarín no difundir su nombre. "Sabemos que la congregación tiene la Obra Don Guanella en Santa Fe. Suponemos que esta persona, así como la trasladaron de la congregación chilena a nuestro colegio, ahora lo habrán enviado a Santa Fe", señala.
La Congregación de los Siervos de la Caridad fue fundada por San Luis Guanella, religioso católico italiano beatificado por Pablo VI en 1964 y canonizado por Benedicto XVI en 2011. La llamada "obra guaneliana" está en Argentina, Chile y Paraguay. ■