Lo detienen por el caso del chico que apareció colgado de un puente
El hermano del abuelastro del niño de 4 años cuyo cadáver fue hallado colgado de un puente de la localidad tucumana de Las Talitas fue detenido durante la noche del jueves como principal sospechoso del crimen.
Los investigadores recibieron en las últimas horas una información clave que permitió la identificación del acusado, quien fue arrestado y será sometido a una serie de estudios que permitan determinar su participación en el crimen.
“La investigación tuvo un inesperado giro. Tenemos que seguir trabajando para sumar indicios en contra del acusado”, señaló el jefe de Policía Manuel Bernarchi a La Gaceta.
Claudio Argañaraz, de 37 años, hermano del abuelastro de Benjamín Amaya, se transformó en el principal sospechoso de haber cometido el crimen del menor. El hermano del abuelastro del chico fue trasladado a los calabozos de la ex Brigada de Investigaciones y ayer declaró en la fiscalía que conduce Adriana Giannoni y negó haber cometido.
En un allanamiento realizado en su casa, se encontró un cable similar al que se utilizó para ahorcar al niño, que ahora será sometido a peritajes
Benjamín desapareció la tarde del jueves de la semana pasada, cuando estaba al cuidado de su abuela, quien al no encontrarlo denunció el hecho a la Policía, lo que dio origen a una búsqueda de la que participaron también vecinos y familiares.
Horas después el nene fue encontrado ahorcado, colgado de un puente con un cable y el propio abuelastro lo trasladó hasta el Centro de Atención Primaria de Salud de Las Talitas, pero ya estaba muerto.
Un testigo aportó un dato clave. Dijo que el jueves 8 se cruzó con un joven, al que no conocía, con un niño que podría haber sido “Benjamín”. Eso, según el relato, ocurrió cerca de las 16, hora en la que se estimaba que se había producido el homicidio, ya que el pequeño salió de su casa después de las 15 y fue encontrado pasadas las 17, por familiares y niños que colaboraban en la búsqueda.
El informante que brindó el dato, que será declarado testigo de identidad reservada por la Justicia, dio un detalle físico del sospechoso que posibilitó la identificación. Sus dichos, además, coincidieron con algunas descripciones que habían realizado otros vecinos, pero se diferenciaban con el aspecto físico.
En tanto, la autopsia determinó que el pequeño estaba vivo cuando fue ahorcado y que su muerte se produjo por asfixia. Los forenses confirmaron que el menor tenía algunas lesiones superficiales en sus manos y rostro, compatibles con lo que se conoce como heridas defensivas que se producen cuando una persona se resiste a ser atacada.
Al confirmarse que el chico no fue abusado sexualmente, los investigadores sospecharon que lo mataron porque impidió la vejación y porque conocía al atacante. ■