Crece el robo de meteoritos: llegan a pagar hasta mil dólares por kilo
Especialistas que trabajan en Campo del Cielo advierten que bandas delictivas están “vaciando” ese reservorio, que es uno de los más importantes del mundo y está ubicado entre Chaco y Santiago del Estero. La violencia de los ataques, en alza.
Científicos y otros especialistas advierten que delincuentes “están vaciando” el reservorio de meteoritos ubicado entre Chaco y Santiago del Estero, uno de los más importantes del mundo. Según denuncian son bandas que llegan en camiones, desentierran el material, escapan y salen del país para vender las piezas en el mercado negro internacional. A pesar de que se hacen controles en las rutas, según dicen son pocos los que logran ser detectados y detenidos. En el lugar hay todavía 400 toneladas de meteoritos y piden que sean preservados por su enorme valor científico.
En una región alejada de las grandes ciudades argentinas existe una enorme extensión, de 15 kilómetros por 70 entre las provincias de Chaco y Santiago del Estero, sobre la cual cayó una lluvia de meteoritos metálicos hace 4 mil años. Fue el resultado de la explosión en la atmósfera de un asteroide de unos 840.000 kilos. Es uno de los lugares más raros del país. Desértico y tórrido. Se llama Campo del Cielo y contiene una de las reservas de aerolitos más importantes del mundo. A simple vista ese remoto lugar pareciera no ser de interés, pero en las últimas décadas se convirtió en objetivo de grupos de vándalos y contrabandistas que buscan, como si fuera oro, meteoritos enterrados para vender en el mercado negro.
Quienes trabajan en el Parque Científico Educativo, ubicado en la ciudad chaqueña de Gancedo, cuentan que estas bandas entran al campo, desentierran las rocas, las cargan en camiones y se las llevan. Dicen que tienen "todo el tiempo del mundo para hacer esto" porque el campo es muy grande y ellos van un vez por mes. También cuentan que quienes viven cerca del campo o dentro de sus márgenes fomentan este tipo de delito. "Muchos creen que se van a hacer ricos vendiendo meteoritos", cuenta Carlos Cerrutti, geólogo que trabaja en el museo chaqueño.
Por las dimensiones del campo, los especialistas no saben de dónde sacan las rocas. "Algunas están a simple vista en la superficie. Otras, enterradas. Puede ser que estén usando detectores de metales para sacarlas de la tierra", comenta Cerrutti.
El experto está muy preocupado. Asegura que los robos son cada vez más violentos. No puede especificar el número porque la única forma que tienen de atraparlos es cuando ya están en la ruta, intentando llevarse las piedras a otro país. "Sólo se logran decomisar unos pocos camiones cada tanto. Pero, seguramente, pasarán muchos más sin ser detectados".
El último robo ocurrió en mayo en el museo del parque. Según contó la guardaparques del lugar, los ladrones entraron de noche. Tenían armas y llaves del edificio. La maniataron y se llevaron dos piezas de 25 kilos cada una, y otra de 18. En otra ocasión, en 2015, la policía de Chaco encontró varios kilos de meteoritos extraídos del parque en un camión Mercedes Benz en un control realizado en la ruta nacional N° 89, en la proximidades de la localidad de General Pinedo.
Sin embargo, el hecho más escandaloso ocurrió en enero de 1990. "El Chaco" -de 37,4 toneladas, que es el aerolito más grande caído en Argentina y considerando el segundo en el mundo- estuvo cerca de ser llevado de forma ilegal a Estados Unidos en un caso en el que estuvo involucrado a Robert Haag, un coleccionista y vendedor de meteoritos, que estuvo preso acusado de intentar robarlo y poco después quedó en libertad. En ese año también se llevaron un meteorito del museo de una escuela del paraje Las Víboras, donde había una colección de casi 300 piezas recogidas por los alumnos en una zona próxima a Gancedo, el municipio más cercano a Campo del Cielo, en el sudoeste de la provincia.
En los últimos años, más de 6 toneladas de fragmentos de meteoritos fueron secuestrados de esta manera o por algún allanamiento en las Provincias de Santiago del Estero y Chaco, según contaron desde la Asociación Chaqueña de Astronomía. "En 2014, por ejemplo, se decomisaron unas 400 piezas que iban ser traficadas por vía Uruguay o Paraguay", contó Nicolas Goldberg, un artista que realizó una muestra con meteoritos y que ayudó a indexar cientos de piezas para el museo.
Para Alejandro Lopez, astrónomo e investigador del Conicet, en el tiempo reciente se aceleró la "globalización del mercado negro de venta de meteoritos". Dice que los metálicos tienen un nivel de "níquel muy alto" y eso tiene valor. También explicó otro lado de este fenómeno. "Parte del Campo del Cielo está en manos privadas. Muchos privados actúan ofreciendo dinero para acceder a las piezas. Cuando un coleccionista se lo apropia, lo usa para exhibirlo y para hacer joyería", explica. Por otro lado, denuncia que estos "cazadores" se aprovechan de la gente local, quienes creen que pueden volverse ricos con la venta de meteoritos.
Este es otro punto importante del saqueo que está sufriendo el parque. Mario Vesconi, presidente Asociación Chaqueña de Astronomía, comenta que "otro duro golpe al Patrimonio natural fue la llegada de Internet, que pulverizó la inocencia de los pobladores rurales que resguardaban cuanto pedacito de meteorito encontraban en los campos". Y agregó: "Se empezaba a conocer en la zona, que un pequeño fragmento de esos particulares 'fierros' podía valer cientos o miles de dólares, y en pocos años nadie tenía un solo meteorito en su rancho o en su chacra".
Se estima que los meteoritos metálicos (sideritos) representan aproximadamente el 5% de los que se precipitan a Tierra. Los que se encuentran en Campo del Cielo son parte de este escaso conjunto. En Internet abundan los sitios de venta de meteoritos. Uno de las más conocidos es el de Eric Twelker, un geólogo de Alaska, que publica una página de compra y venta de piezas astronómicas. Su oferta está conformada por piedras, en general pequeñas, de todo el mundo, muchas de e
llas sacadas del Chaco. Allí se puede ver cómo una pieza de un kilo o más puede salir cerca de mil dólares. Quien accede al sitio también tiene una detallada indicación acerca de cómo llegar al lugar.
Debido al constante saqueo y vandalismo, las provincia del Chacho y Santiago del Estero decidieron legislar sobre el tema. Las leyes 3.563 de la provincia del Chaco y la 6.828 de Santiago del Estero; y, a su vez, la ley Nacional 26.306 establecen que "los meteoritos y demás cuerpos celestes que se encuentren o ingresen en el futuro al territorio argentino, su espacio aéreo y aguas jurisdiccionales son bienes culturales”.
Sin embargo, para los especialistas
consultados, esto no alcanza porque los robos continúan. "Tristemente, no han demostrado gran efectividad, y una vez que estos objetos trascienden nuestras fronteras, pasan a circuitos de comercialización completamente legales de otros países", comenta Vesconi.
Estiman que en Campo del Cielo hay 400 toneladas de rocas enterradas que aún no fueron rescatadas y unos 26 cráteres que están siendo investigados y estudiados. Los expertos subrayan el gran valor científico y cultural que tienen estos objetos. "Están desarmando Campo del Cielo. Están llevándose información cientí
fica muy valiosa. No vamos a poder interpretar cómo fue la lluvia de meteoritos hace 4 mil años si vacían el parque. Todos los datos científicos van a quedar truncados", se lamentó Cerrutti, marcando la importancia de proteger con mayor efectividad un patrimonio argentino, único en el mundo, que pocos conocen.
Desentierran el material, lo cargan en camiones y se lo llevan. Muy pocos son detenidos en la ruta.