Atentado suicida en una boda en Afganistán: hubo al menos 63 muertos
El ISIS se atribuyó el ataque. Todo ocurre cuando los talibanes negocian un acuerdo de paz con EE.UU.
Al menos 63 personas murieron y 182 resultaron heridas en un atentado suicida el sábado de madrugada durante una boda en Kabul. El episodio es el peor ataque en meses en la capital afgana, en momentos en que la población aguarda un acuerdo entre los talibanes y Estados Unidos. Ayer, la banda terrorista ISIS se atribuyó el ataque, sin que esa reivindicación haya podido ser verificada por fuentes independientes.
“Entre las víctimas hay mujeres y niños”, precisó el portavoz del ministerio del Interior, Nasrat Rahimi, quien dio a conocer el terrible balance de este ataque perpetrado por “un kamikaze que hizo detonar sus explosivos”. La explosión tuvo lugar a las 23 horas “en la sala de bodas Shar Dubai en el oeste de Kabul”, había indicado en un primer momento Rahimi.
Los voceros talibanes negaron la implicación del grupo insurgente en el ataque. “El Emirato islámico (nombre que se dan los talibanes) condena con firmeza el atentado contra civiles en Kabul. Cometer este tipo de asesinatos deliberados y brutales y tomar como blanco a mujeres y niños no tiene ninguna justificación”, dijeron sus portavoces.
En un comunicado difundido por la aplicación Telegram, el ISIS aseguró que primero se había inmolado su miliciano, al que identificó como Abu Asem al Pakistani, dentro del salón y luego había explotado un coche bomba en la entrada.
La bodas en Afganistán son eventos multitudinarios, con centenares e incluso miles de invitados celebrando juntos el casamiento en salas de dimensiones industriales, donde los hombres generalmente están separados de mujeres y niños. La boda de ayer contó con unos 1.200 invitados.
La explosión del sábado llega cuando Estados Unidos y los talibanes ultiman un esperado acuerdo para pactar una reducción considerable de las tropas de Washington en Afganistán a cambio de que los insurgentes respeten un alto el fuego, rompan lazos con Al Qaeda y negocien con el gobierno de Kabul un acuerdo de paz duradero.
El presidente Donald Trump quiere a sus soldados fuera de suelo afgano donde Washington ha gastado más de un billón de dólares, entre operaciones militares y tareas de reconstrucción, desde 2001. ■