Curso sobre religión en los Estados Unidos
El documental de cinco episodios que emite Netflix se ocupa de mostrar cómo se vive y se piensa en una poderosa organización cristiana. Tiene una narración clásica y está bien documentada. Se destaca el notable trabajo de James Cromwell.
Hablan de los “anillos de poder”. No tienen iglesias ni rituales. Sólo se ingresa por recomendación. Cuando estás adentro, sos un “hermano”. Su objetivo es llegar a los líderes (y formar a los jóvenes para serlo). Cuando lo logran, su objetivo está cumplido: todo el país “será influenciado por Cristo”. Esos son algunos de los preceptos de The Fellowship Foundation, una poderosa organización cristiana fundada en 1935 en los Estados Unidos.
La vida de esa institución -y las formas de meter a los jóvenes en un mundo de creencias- es el eje central de The Family, la miniserie documental de Netflix, basada en un best seller de no ficción de Jeff Sharlet.
El periodista, que también es productor ejecutivo, lleva el hilo del relato a partir de una experiencia personal; además de ser entrevistado, juega el rol de narrador interno. En algún momento de su juventud, se unió a una Casa de la Fraternidad de la organización, con la idea de investigar las diferencias formas de fe. Allí los conoció, vio cómo operaban en Washington DC y controlaban las redes de poder con políticos prominentes dedicados a Jesús.
Los cinco episodios tienen un relato limpio, con algunos elementos clásicos del género: entrevistas, revisión de archivos, registros públicos y material de televisión.
También se recurre a la dramatización - la interpretación de James Cromwell es notable- allí donde los documentos no llegan y donde un experto como Sharlet estuvo.
Uno de los aciertos de la producción es ir mucho más allá de la palabra del periodista y de las ideas de conspiración. El relato no sólo es asunto de un arrepentido. Con entrevistas a miembros actuales de The Fellowship Foundation, a personas con poder o simples vecinos de la Casa de Fraternidad, conocemos de primera mano cómo funciona la organización y sus relaciones de largo alcance.
Esos vínculos llegan a congresales, fabricantes de armas, presidentes de EE.UU. y de otros países. Intenta entender un culto que invita a los jóvenes a obedecer y a someterse, con la esperanza de escalar en el poder, pero siempre en las sombras. “Cuanto más invisible sea tu organización, mayor influencia tendrá”, dice uno de los miembros en un video de archivo.
El punto flojo del documental es su relato demasiado uniforme, con recursos y escenas que por momentos se convierten en repetitivos. En los últimos años, a raíz del auge de las plataformas de streaming, se abandonó el documental clásico de una entrega y se dio lugar a las series documentales. Muchas veces, los realizadores presentan material que no agrega tanto valor a la historia y logran ralentizarla.
Otro error es la omisión de Barack Obama en el listado de presidentes que participaron del Desayuno de Oración Nacional, un evento anual organizado por The Fellowship Foundation.
De todas formas, el documental es una buena muestra no sólo de la vida de la organización sino también del poder del conservadurismo religioso de EE.UU. La fachada es la fe, pero el fondo es la construcción de una enorme red, capaz de destruir y silenciar a los críticos. Ellos creen ser “hombres elegidos por Dios para el liderazgo”. ■