El costo de la inseguridad vial: atender a los heridos sale $ 4,5 millones por día
Fue el monto promedio en la Ciudad el año pasado, sumando el traslado en ambulancia y los estudios y tratamientos médicos. El año pasado llegaron a los hospitales 11.440 personas
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las muertes y lesiones causadas por el tránsito ocasionan pérdidas económicas que pueden representar hasta el 3% del PBI en países de ingresos bajos y medios, como Argentina.
Los costos derivados del tratamiento de los heridos, de la pérdida de productividad de las víctimas que quedan discapacitadas en forma temporal o de por vida, del tiempo de trabajo o estudio que los familiares de los lesionados deben utilizar para atenderlos, así como los daños materiales, los costos administrativos y del sistema judicial, por sólo citar algunos ítems, suman cifras millonarias.
Esto coincide con un reciente informe de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, que estimó que el costo total de la inseguridad vial en la Argentina ascendió a los 175.655 millones de pesos: una carga económica cercana al 1,7% del PBI. El informe es de 2017, pero sirve para ver un fenómeno que, en un contexto inflacionario, incrementó sus costos.
En un relevamiento efectuado por el Observatorio de Seguridad Vial del Gobierno porteño en los 13 hospitales de agudos de la Ciudad, durante 2018 se contabilizaron 11.440 registros de ingreso hospitalario a causa de siniestros viales. Se prevé que el número se mantenga este año, por lo que se calcula que la inseguridad vial cuesta $ 1.700 millones en un año, alrededor de $ 4,5 millones por día sólo en la atención de víctimas que ingresan a los hospitales de la Ciudad.
Los centros de salud recibieron, en promedio, 953 lesionados al mes y aproximadamente 31 por día. El 80% fueron heridos leves y el 20% graves: alrededor de 9.100 y 2.300, respectivamente. La permanencia en internación para los heridos graves fue de 6 días en promedio.
La incidencia de lo que se gastó durante 2018 sólo en la atención prehospitalaria, hospitalaria y de rehabilitación de los heridos, comparada con otras partidas del Presupuesto anual del GCBA, es alarmante. Y no hay que olvidar, por otro lado, que la ocupación de camas por parte de los heridos viales, que podrían ser evitados, va en desmedro de pacientes que presentan otras patologías. Como dato, el Hospital Fernández, uno de los que más siniestrados recibe, dispone de 9 camas de terapia intensiva, y el Tornú tiene 8.
Los costos médicos utilizados para elaborar este informe fueron suministrados por un hospital privado y confirmados por una empresa de medicina prepaga: son los valores corrientes de mercado actualizados, los mismos que debe afrontar el Gobierno porteño cada vez que una de sus ambulancias concurre a un auxilio, que uno de sus traumatólogos enyesa la pierna de un peatón atropellado o que un neurocirujano opera a un motociclista que cayó sobre el asfalto. Es indudable que puede haber diferencias en el cálculo, pero no sustanciales según lo expresado por las fuentes, con experiencia en ambos lados del mostrador.
El primer costo es la ambulancia. Cuando se produce un incidente vial con heridos se requiere asistencia médica inmediata en el lugar, la que en general es provista por el SAME. La ambulancia atiende al herido, revisa sus traumatismos, le controla los parámetros vitales, puede aplicarle alguna medicación y lo inmoviliza, entre otros auxilios. Luego, el traslado a un hospital público tiene un costo de $ 5.000 por evento. Multiplicado el valor unitario por la cantidad de heridos asistidos, el monto ascendió a 57 millones de pesos.
Ya en el hospital, para todos los heridos, leves y graves, suele pedirse una rutina de laboratorio. Su valor es de aproximadamente $ 615, por lo que los 11.440 heridos costaron más de $ 7, 5 millones en pruebas de laboratorio. Asimismo, para los dos tipos de heridos se solicita un examen radiológico de rutina para todos los pacientes politraumatizados, con RX de diversas partes del cuerpo. El costo de las placas es de $ 1.092, por lo que el total fue $ 12,5 millones.
El año pasado, 9.100 heridos leves pudieron retirarse a su domicilio tras recibir curaciones, vendajes o yeso. El promedio de estos insumos es de $ 4.000 (se obtuvo combinando los más caros como el corset de Risser, que cuesta $ 10.455 y se usa para inmovilizar todo el tronco, y el más barato, que es el yeso para nariz, de $ 738). El costo, más de $ 44 millones.
Este grupo de pacientes ( politraumatizados severos) requiere habitualmente varias tomografías y ecografías. El valor promedio de una práctica típica de imágenes fue de $ 26.590. Respecto de las cirugías, según la afección, la más simple, cuesta $ 12.300, y en el otro extremo una neurocirugía, $ 131.610, por lo que se tomará como promedio $ 61.500.
El costo de internación en Terapia Intensiva, en tanto, es de $ 34.800 por día. Trasladando estos costos unitarios a los 2.300 heridos graves se obtienen los siguientes gastos: $ 61,5 millones en imágenes, $ 141,45 millones en cirugías y $ 480 millones en internación, que tuvo una media de 6 días de duración.
Por el lado de la rehabilitación, para los heridos leves se calcula un mínimo servicio de kinesiología, que vale $ 246 por sesión y $ 2.460 por módulo. Esto implica que los 9.100 heridos leves insumieron por este ítem un costo de $ 22.140.000.
La rehabilitación de los heridos graves (secuelas motrices, daño neurológico, etc) cuesta aproximadamente $ 12.300 por día y tiene como mínimo una duración de 1 mes.
Si bien hay un hospital de rehabilitación en la Ciudad (el Rocca), muchos pacientes con daños severos no pueden ser derivados y permanecen en el hospital de agudos, ocupando camas por largo tiempo. El costo por este rubro es de $ 861 millones.
De acuerdo con lo expuesto, la suma de todos los costos determina que la atención sanitaria del trauma vial en 2018 implicó para los porteños la suma de $ 1.700 millones. Para saber si este número, que de por sí suena exorbitante, es significativo en términos del presupuesto aprobado por la Legislatura, algunas comparaciones resultan útiles. La atención de los heridos por el tránsito insumió más dinero que todo el presupuesto de 2018 del Hospital Pirovano, que fue de $ 1.347 millones. Costó casi 6 veces más que los salarios de todos los agentes de tránsito juntos, que demandaron $ 280 millones. A construir Metrobuses se destinaron $ 136 millones, 12 veces menos. El presupuesto para Infraestructura Escolar (construcción y mantenimiento de escuelas) fue de $ 917 millones: un poco más de la mitad que lo gastado en los heridos.
El presupuesto de COPIDIS para la inclusión de personas con discapacidad (en muchos casos derivada de siniestros viales) fue de $ 27 millones: los heridos por el tránsito costaron 50 veces más. Para la asistencia a mujeres víctimas de la violencia doméstica se destinaron $ 143 millones. Al programa de becas estudiantiles se destinaron $ 818 millones, menos de la mitad del gasto en atención de la inseguridad vial.