Si va a Tokio 2020, Scola igualará un récord histórico
En Japón llegaría a sus quintos Juegos Olímpicos, como Ruiz, Oscar, Gaze y Navarro.
Está contento con el nivel de la Selección Nacional en el Mundial de básquetbol. A él le gusta cómo juega el equipo y disfruta ver que los jóvenes se han hecho cargo del protagonismo. Eso era lo que quería tras la eliminación en los octavos de final de España 2014. Por eso Luis Scola la pasa muy bien en China y se lo vio aplaudir y sonreír cuando se consumó la clasificación olímpica a Tokio 2020, que lo pone ante la chance de igualar un récord histórico.
Más allá de lo que suceda con Argentina en el Mundial, sin depender de más resultados positivos, el pasaje olímpico es flor de incentivo para que Scola replantee su agenda deportiva para el año que viene. Retirarse en sus quintos Juegos Olímpicos no estaría nada mal. Y encima lo llevaría a empardar una marca histórica.
Es que sólo cuatro basquetbolistas se dieron el gusto de disputar cinco Juegos Olímpicos: el brasileño Oscar Schmidt, el puertorriqueño Teófilo Cruz, el australiano Andrew Gaze y el español Juan Carlos Navarro.
Scola sería el quinto en esa lista. Nada mal después de haber sido oro en Atenas 2004, bronce en Beijing 2008, cuarto en Londres 2012 y cuartofinalista en Río de Janeiro 2016,
donde Emanuel Ginóbili, Andrés Nocioni y Carlos Delfino se retiraron de la Selección Nacional.
Al recordar a quienes igualaría Scola, hay que decir que Cruz fue 13° con Puerto Rico en Roma 1960, cuarto en Tokio 1964, noveno en México 1968, sexto en Munich 1972 y noveno en Montreal 1976. Oscar, máximo anotador en Mundiales y en Juegos Olímpicos, fue quinto con Brasil en Moscú 1980, noveno en Los Ángeles 1984, quinto en Seúl 1988, quinto en Barcelona 1992 y sexto en Atlanta 1996.
Gaze fue séptimo con Australia en Los Ángeles 1984, cuarto en Seúl 1988, sexto en Barcelona 1992 y cuarto en Atlanta 1996 y Sydney 2000. En tanto, el español Navarro fue noveno en Sydney 2000, séptimo en Atenas 2004, plata en Beijing 2008 y en Londres 2012, y bronce en Río 2016.
Algo ha hecho el capitán durante este Mundial, en el que se convirtió en el segundo goleador histórico de la competencia y en el jugador argentino con más partidos jugados y rebotes tomados. Ya era el máximo anotador nacional mundialista por lejos, lógicamente.
“Mi compromiso con la Selección llega hasta el final del Mundial”, le había dicho Scola a Clarín antes de China 2019. Era lógico, porque sus 39 años no le permiten planificar tanto a futuro. Él prefiere ir paso a paso y por eso se entrenó solo en la cancha que se había construido en un campo de Castelli para ponerse a punto física y basquetbolísticamente antes de la concentración con la Selección. ¿Volverá a hacerlo pensando en Tokio 2020?