Clarín

La apuesta por la proyección de los pibes ya es una política de Estado

Capaldo y Weigandt son los casos más notables, pero también están Obando y Almendra para dar el gran salto.

- Matías Bustos Milla mbmilla@clarin.com

Las irrupcione­s de Nicolás Capaldo y de Marcelo Weigandt en el equipo titular para este semestre generó un cambio en la política de Boca en cuanto a sus Inferiores de los últimos años. Es que Gustavo Alfaro se inclinó por dos chicos de la cantera para afrontar los partidos de la Copa Libertador­es y también el primero de los tres Superclási­cos. Una idea que tiene a Nicolás Burdisso detrás pero que encontró respaldo en el entrenador.

“Necesitába­mos poner como recurso a los chicos de las Inferiores. Es importante entender la maduración de cada uno de los juveniles. Para muchos, Nicolás Capaldo tiene una maduración tardía, pero recién va a cumplir 21 años. A los juveniles hay que proponerlo­s, sostenerlo­s, dejar que se equivoquen y después hacer una evaluación”, dijo el Director Deporti

vo en CNN Radio sobre la situación.

En los últimos años los chicos de Inferiores solo habían tenido un lugar a cuentagota­s. Rodrigo Bentancur fue el último que logró imponer

se, no sin cuestionam­ientos, antes de emigrar a Juventus. Los casos de Leonardo Balerdi, transferid­o a Borussia Dortmund en 17 millones de euros, y de Facundo Colidio, vendido al Inter por 9 millones de dólares, son el otro extremo. Casi ni jugaron en el club.

El pampeano Capaldo (suma 10 partidos oficiales) fue el primero que sorprendió al DT, quien no dudó en definirlo como un “soldadito” al que le pidió que reemplazar­a la tarea que tenía asignada Nández. Con participac­ión en el Sub 23, el chico se destaca por su despliegue físico y su personalid­ad. Era capitán en la Reserva de Schiavi y su continuida­d se debe a que es una rueda de auxilio constante para la mitad de la cancha. De Rossi es uno de sus referentes en la cancha y en el vestuario, pero con Marcone es con quien tiene charlas sobre los movimiento­s en el campo.

En las prácticas apareció Chelo Weigandt (acumula 9 juegos como titular). De ser el pibe de apellido complicado a cumplir con una orden simple para ganarse el lateral derecho que era de Buffarini: marca atenta, proyección con concepto y un despliegue físico decisivo. A ellos se les puede sumar Agustín Obando, quien ya tuvo 9 participac­iones y en quien Alfaro confía que tendrá un mediocampi­sta zurdo para explotar en partidos de la Superliga o de la Libertador­es. La cuenta pendiente será con Agustín Almendra (29 juegos y 1 tanto), el más chico de todos, quien tuvo una aparición que ilusionó pero entró en una meseta acorde a su edad. Ahora Alfaro y Burdisso apuestan a recuperarl­o y darle pista.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina