La experiencia de vivir juntos: “La convivencia tiene mala fama”
Cuando las luces de la sala se apagan, la dupla de actores prueba su primera convivencia. La reciente mudanza a una casa en Zona Norte que eligió Vetrano y que Gil califica como “intensa”, significó otro reto para quienes hasta entonces sólo habían convivido en sus últimas vacaciones por el Sudeste asiático.
“Todo fluyó. Nos fuimos a Beccar y estamos muy enamorados de nuestra casa. Ambos vivíamos solos y unimos cosas. El sillón de una casa entró perfecto, todo entraba en el hueco justo. En realidad, él se mudó conmigo por la cafetera. Llegó a casa y decía: “¡Bien, la cafetera!”, lanza la actriz de ATAV ( Argentina, tierra de amor y venganza) mientras Andrés redobla la apuesta y expone:
“Creo que la cocina es un lugar en el que tenemos alguna que otra rispidez. El conflicto número uno fue si el huevo frito se hace o no con aceite. Pero son cosas chiquitas. También admito que estoy flojo con el lavado, soy medio un queso con el lavarropas, aunque para todo lo demás nos dividimos”. Y dado que la obra la dirige Maricel Santin (esposa de Alberto Rojas Apel), agrega: “Al ser dos parejas trabajando juntas, en los ensayos hablamos mucho de la forma de comunicarnos.”
Con más de un proyecto en carpeta -Gil estrenará una comedia romántica en cine dirigida por Daniel Pensa e integrará la tira Separadas, mientras Vetrano graba la tira hasta noviembre-, la pareja que se conoció en Italia y sobrellevó una relación a distancia durante un año, certifica: “En nuestra casa no hay género. Los dos hacemos todo. ¡Es re lindo convivir! Aunque tiene mala fama”.