“Grey’s Anatomy”, llegó la N°15...
Meredith está de regreso... ¿Quién es la cirujana que maneja las riendas de esta historia de Seattle?
Las segundas temporadas no siempre fueron buenas. Ni hablar de las decimoquintas. Pero, como toda regla tiene su excepción, para poder romperla está Grey’s Anatomy, la serie médica que el 27 de marzo de 2005 estrenó la cadena ABC. Y una de las claves que explican el fenómeno se anida en la composición de la doctora Meredith Eleanor Grey, que entró al hospital de Seattle como residente y desde hace cuatro años es la jefa de cirugía general. El personaje que interpreta Ellen Pompeo es frío, pero magnético.
Si bien la actriz, de 49 años, participó en sus comienzos en muchos proyectos, fue esta ficción la que la consagró en el medio. Para buena parte del público ella es más Meredith que Ellen. De acuerdo a sus declaraciones, es del tipo de artistas que no padece dejar su identidad real sepultada simpáticamente por la de fantasía.
Como pasa con Mirtha Legrand o Susana Giménez, cuando el nombre verdadero llega al título del programa, se entiende que todo gira alrededor de esa persona. Y en Grey’s Anatomy queda clarísimo que, si bien la cámara recorre la vida de la rica paleta de personajes, nunca le suelta la mano a la doctora que en esta decimoquinta temporada -que acaba de estrenar Netflix- se anima a silenciar un poco el duelo por la muerte de su marido y a animarse nuevamente al amor.
A esta altura del relato no queda duda alguna de que el éxito de esta serie con base médica -condimentada a lo mexicana con todos los ingredientes románticos posibles- es por la historia que creó Shonda Rhimes, una usina de ficciones que conquistan público desde los primeros capítulos. Sabe qué y cómo contar. Y, fundamentalmente, sabe mantener viva la llama. Sólo así se puede llegar con buen rating al umbral de la 16a temporada que aún no tiene fecha de estreno en la Argentina.
Pero si bien fue ella quien perfiló a la doctora Grey -más de una vez confesó que la hizo con toques autobiográficos-, se le debe a Ellen Pompeo la consistencia de un personaje que, a pesar de no ser complaciente con el manual de estilo de las heroínas, seduce a la audiencia desde la verosimilitud de una mujer posible.
Hija de una reconocida cirujana, Ellis Grey, ella creció a la sombra de su talento y sin el amor de su padre, que se fue de la casa cuando descubrió la infidelidad de su esposa. Meredith tenía 5 años. Los fantasmas, el resentimiento y la desconfianza la acompañaron por el mundo. Estudió en Darmouth College, se recibió de médica, volvió a Seattle (y a su casa de la infancia), ingresó al hospital que oficia de escenario narrativo y, con las temporadas, se convirtió en una prestigiosa médica, de ésas que todo paciente querría tener enfrente, aunque no suelte fácil el abrazo.
Madre de tres hijos, quedó viuda cuando la serie tuvo que sacar de su elenco al actor Patrick Dempsey (el neurocirujano Derek Shepherd). Y su corazón parecía cerrado. Pero en esta nueva tanda de 25 capítulos se ven los cimientos de ese vínculo que empezó a construir con el doctor Andrew DeLuca (Giacomo Gianetti). Las redes ya crearon el shipping #MerLuca. Y, cuando eso sucede con una historia de amor, la realidad impulsa con más fuerza a la ficción.