En contra de la censura en Brasil
La polémica ya es conocida y la secuencia nos retrotrae a los regímenes dictatoriales, amigos de la censura, aunque en este caso añade un componente religioso y moral: el viernes pasado, un escuadrón de inspectores ingresó a una Feria del Libro en Río de Janeiro para confiscar ejemplares de un cómic, Vengadores: La cruzada de los niños, en el que dos de sus personajes hombres son novios. La orden había sido impartida por Marcelo Crivella, ex obispo evangélico elegido alcalde carioca en 2016 y aliado político del presidente Jair Bolsonaro. La Justicia se opuso. Ahora, escritores argentinos reunidos en la Unión de escritoras y escritores publicaron un comunicado de repudio.
La reacción de la medida represiva tuvo, en Brasil, su coletazo al día siguiente, cuando el diario Folha de Sao Paulo, publicó en tapa el beso entre Hulkling y Wiccan, los protagonistas homosexuales de la publicación en cuestión: “Crivella intenta censurar un beso gay, pero se lo prohíben” tituló. La edición fue reproducida por numerosos medios gráficos del mundo y se viralizó en las redes sociales.
“Mentes retrógradas y cultoras del oscurantismo, y apologistas de una sociedad distópica, se erigen por ilegítima autoproclamación, a la condición de sumos sacerdotes de la ética y de los patrones morales y culturales que pretenden imponer, con apoyo de sus acólitos”, escribió el ministro de la Corte Suprema de Brasil, Celso de Mello. El caso ya está cerrado, desde que el Supremo Tribunal Federal anuló la decisión que le dio poder a Crivella para mandar a los fiscales a la Bienal del Libro detrás de un supuesto contenido impropio.
En la Argentina, la iniciativa de la escritora y feminista Cecilia Szperling, al frente de Nosotras Proponemos Literatura, prendió en un chat de autoras y pocas horas más tarde, Gabriela Saidón y Clara Anich, de la comisión de género de la Unión de Escritoras y Escritores, redactaban un comunicado colaborativo de ambos colectivos que ya suma más de doscientas adhesiones de la comunidad literaria y cultural del país, que repudian la censura. Se publica en Facebook y sigue sumando firmas en la página de nosotrasproponemos.org, la web de la Asamblea Permanente de Trabajadoras del Arte, bajo el hashtag #repudiocensurario.
“La más que simbólica prohibición de un beso gay en la tapa de un libro de cómics representa un claro avance represivo de las políticas de derecha homofóbica del presidente de Brasil y su alianza con la Iglesia Universal representada por el funcionario carioca”, dice el mensaje que firman, entre muchos, María Sonia Cristoff, Claudia Piñeiro, Silvia Hopenhayn, Matilde Sánchez, Enzo Maqueira, Elsa Drucaroff, Horacio Convertini, Andrea Giunta, Gabriela Massuh, Gabriela Cabezón Cámara, María Inés Krimer, Verónica Abdala, Patricia Kolesnicov, Ángela Pradelli, Rosario Bléfari y Leila Sucari.