Lanzan en Europa un potente plan de estímulos ante el freno de la economía
Lo anunció el Banco Central Europeo. Es porque la Eurozona no crece y hay temor de inminente recesión.
Cambio de rumbo para evitar la tormenta. El presidente del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghi, anunció este viernes un potente paquete de estímulos de política monetaria. Draghi explicó desde Frankfurt que el nuevo programa de estímulos se justifica por tres razones: el frenazo económico (la Eurozona apenas crece y Alemania podría ir camino de la recesión a finales de año), la persistencia de riesgos por las guerras comerciales y la debilidad de la inflación en la Eurozona: supera el 1% anual, la mitad del objetivo que marcan los tratados europeos al BCE.
Draghi, que dejará su silla el próximo 1 de noviembre a la francesa Christine Lagarde, no anunció la esperada rebaja de tasas a territorio negativo desde el 0,0% actual, pero sí lanzó medidas de calado que muestran la preocupación del Banco por la marcha de la economía europea. El BCE mantendrá las tasas en el 0,0% o por debajo (por lo que podría ir a territorio negativo próximamente) hasta que la inflación repunte y vuelva a comprar deuda (20.000 millones de euros mensuales). Draghi le preparó el territorio a Lagarde ante la eventualidad de aprobar tasas negativas: “No provocarán el colapso del sistema financiero”, ironizó.
Draghi cierra así la especulación de que el BCE podría aumentar las tasas a mediados de 2020. También anunció que rebaja hasta -0,5% la tasa que cobra a los bancos por guardarles el dinero. Se trata de que se animen a colocarlo en la economía real prestando más a empresas y hogares.
Un comunicado del Banco ya explicaba que las compras de deuda se harán “hasta poco antes de que comiencen a subir las tasas de interés”, algo no previsto ni a corto ni a medio plazo. A largo plazo todos muertos.
El BCE no tiene mucho margen. Puede poner las tasas por debajo de cero, entrando en un territorio negativo que sólo ha intentado Japón entre las grandes economías y que no dio los frutos esperados. O puede aumentar la compra de deuda, aunque la experiencia dice que su efecto tiene límites y el balance del BCE creció 2,5 billones de euros con el último programa de compra de deuda pública.
Draghi apunta de nuevo a los gobiernos. La política monetaria está alcanzando sus límites, así que le toca a la política fiscal. El funcionario clamó para que, “a la vista de la debilidad de las previsiones económicas y de la continuada prominencia de los riesgos a la baja, los gobiernos con espacio fiscal actúen rápida y efectivamente”. Lenguaje de banquero central para pedir a países como Alemania, Austria u Holanda con menos déficit fiscal, que gasten más.
A los bancos europeos, cuya rentabilidad lleva meses reduciéndose y que critican las últimas medidas de Draghi, no les sentó bien el nuevo programa. La mayoría cayó en Bolsa desde que el BCE anunció el paquete de estímulo. Hubo reacciones hasta en la Casa Blanca. En Twitter, el presidente Donald Trump –duro crítico de la FED -, escribió: “El BCE, actuando rápidamente, rebaja las tasas 10 puntos básicos (es falso, no rebaja las tasas principales sino las de depósito a los bancos). Están intentando, con éxito, depreciar el euro contra el MUY fuerte dólar, dañando las exportaciones estadounidenses”.
Draghi salió al paso y recordó que el único mandato que tiene el BCE es el de la estabilidad de precios y que no se encarga de mover los tipos de cambio. Y que el BCE, tal y como acordó el G20, no se va a meter en una guerra de devaluaciones competitivas. El euro se cambia en el entorno de los 1,10 dólares, un cambio entre los más bajos de los últimos años.