Clarín

El básquet emociona y va por el último paso

Con un partido descomunal de Luis Scola, un juego colectivo abrumador y una férrea defensa, la Selección barrió 80-66 a Francia y mañana a las 9 definirá el torneo contra España.

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Campeón mundial en 1950 y subcampeón en 2002, la Argentina irá mañana desde las 9, en Beijing, por la corona ante España. La Selección, en otra actuación para la historia, eliminó a la poderosa Francia por 80-66. Luis Scola, símbolo de los campeones olímpicos de 2004, bate récords a los 39 años: anotó 28 puntos y su abrazo con Emanuel Ginóbili emocionó al país.

“Ésta es la banda de la Argentina / Está bailando de la cabeza / Se mueve para acá, se mueve para allá / Ésta es la banda más loca que hay”. Los miles de chinos que ven a ese grupo de doce enfervoriz­ados cantando esos versos de cancha habrán intentado conseguir una traducción imposible para esos versos que denotan una felicidad inmensa. Argentina es finalista del Mundial de básquetbol por tercera vez en su historia. Campeón en el Luna Park, en 1950. Subcampeón en Indianápol­is 2002, donde los árbitros no cobraron la clara falta de Marko Jaric a Hugo Sconochini en la jugada final del tiempo regular. Y ahora, frente a frente contra España, mañana desde las 9, en Beijing. En el mismo estadio Wukesong donde en 2008 la Selección se colgó la medalla de bronce olímpica.

De la mano de un interminab­le Luis Scola, autor de 28 puntos y 13 rebotes, Argentina demolió a la poderosa Francia de principio a fin hasta firmar un 80-66 impecable, que nada tuvo que ver con el 95-88 con el que España superó a Australia en doble tiempo suplementa­rio.

Con Emanuel Ginóbili y Kobe Bryant al borde de la cancha, la Selección Nacional hizo historia grande con una camada de jugadores que fueron subcampeon­es americanos en 2017, que se clasificar­on con holgura al Mundial y que ganaron la medalla de oro en los Juegos Panamerica­nos de Lima 2019. En Beijing, ya se aseguraron la medalla de plata. Pero ellos quieren el oro.

En el primer cuarto, Argentina prevaleció en la pintura, multiplica­ndo las opciones para dificultar la tarea del mejor defensor de la NBA, Rudy Gobert, quien apenas anotó 3 puntos. Resignó el triple, pero la estrategia le dio réditos.

Scola dio una lección de básquetbol en la primera parte del juego y en los primeros 20 minutos sumaba un doble-doble, con 13 puntos y 10 rebotes. La Selección anuló bien el tiro a distancia de Francia que venía en un

Si el equipo genera empatía con el público, es porque transmite una identidad con valores.

altísimo 45% a lo largo del torneo. El tercer cuarto le perteneció a Luca Vildoza. El base suplente desniveló desde el arranque y condujo a la Argentina a sacar 14 de ventaja (52-38) a partir de 8 puntos propios y dos defensas de esas que no siempre se reflejan en las planillas pero que aportaron un enorme significad­o. Apoyarse en otro perimetral y no caer en la “Campazzode­pendencia” también fue determinan­te para darle aire al cordobés.

Campazzo, Scola y Deck permitiero­n llegar al arranque de los últimos 10 minutos con 12 de ventaja (60-48). Y en el último parcial llegó la demolición anímica, con estrellas como Fournier y De Colo derruidos en el banco de suplentes.

Esta Selección juega muy bien al básquetbol, pero si genera empatía con el público general es porque transmite una identidad definida por valores como la solidarida­d, el altruismo, entregar todo en cada pelota y hacer mejor al otro.

España será un durísimo rival, con Marc Gasol, Sergio Llull, Rudy Fernández, Ricky Rubio y jugadores de renombre y con amplia experienci­a internacio­nal desde hace casi 15 años.

Pero Argentina tiene hambre. Llegó hasta la final haciendo estragos y ganándose el respeto mundial. La Ge

neración Dorada es historia. Y ésta, la sucesora, en su primer torneo grande ya se aseguró una plata mundial. Nada mal para empezar. Aunque mañana irá por el premio mayor.

 ?? REUTERS ?? Epica. Argentina celebra y el francés Ntilikina lo sufre.
REUTERS Epica. Argentina celebra y el francés Ntilikina lo sufre.
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EFE El baile de los finalistas. “Se mueve para acá, se mueve para allá, ésta es la banda más loca que hay”, cantan los jugadores argentinos en Beijing, apenas clasificad­os a la final.
 ?? PRENSA CABB ?? Intimidad. La Selección Nacional posa en el vestuario.
PRENSA CABB Intimidad. La Selección Nacional posa en el vestuario.
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EFE Beso a beso. Laprovítto­la y Campazzo, amigos y compañeros.
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