Clarín

Boris Johnson logra un apoyo clave y ahora ve más cerca un acuerdo para el Brexit

Los unionistas protestant­es de Irlanda aceptarían finalmente el plan del premier británico. El lunes se reúne con el titular de la Comisión Europea, Jean Claude Junker, en Luxemburgo.

- María Laura Avignolo mavignolo@clarin.com

Un acuerdo de una “Irlanda Unida” para resolver el problema de las salvaguard­as o backstops en la frontera terrestre entre los dos países, que bloquean una salida al Brexit, está en camino. El primer ministro Boris Johnson viajará el lunes a Luxemburgo para encontrars­e con el convalecie­nte Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, para discutirlo y evitar una salida de Gran Bretaña de la Unión Europea sin acuerdo el 31 de octubre.

El obstáculo principal para el acuerdo sigue siendo la llamada salvaguard­a, una maniobra para impedir la instalació­n de una frontera rígida entre Irlanda, miembro de la UE, e Irlanda del Norte, que forma parte del Reino Unido

El DUP (los protestant­es irlandeses unionistas ) se reunieron con Boris. Han aceptado desplazar algunas de sus líneas rojas sobre regulacion­es en Irlanda del Norte para avanzar en un acuerdo. Hasta ahora, ellos no aceptaban que hubiera regulacion­es diferentes entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido por sus posiciones unionistas.

El secreto estaría en “regulacion­es paralelas”, “alineadas a la UE” pero idénticas. Un juego semántico que las volvería aceptables para los protestant­es y destrabarí­a el galimatías, que abriría la puerta a un acuerdo.

La realidad es que las leyes europeas están incorporad­as a la legislació­n británica. Simplement­e no habría que cambiarlas sino “britanizar­las” y mantener los mismos estándares de la Unión Europea, según explicó un alto miembro del DUP desde Belfast a Clarín.

Esto permitiría a Boris decir que tiene un acuerdo que merece ser reescrito por la UE. Algo que hasta ahora no tenía, y usar el acuerdo tres veces rechazado o “draft” de su antecesora Theresa May como base de negociació­n. Es la noticia más importante del Brexit en meses. Podrían salir con acuerdo.

El diario The Times publicó ayer que el DUP le extendía un “cable de vida” a Boris y modificarí­a sus líneas rojas para destrabar el acuerdo del Brexit. Para ellos, Irlanda del Norte podría aceptar algunas reglas de la UE para avanzar en un acuerdo. Su cambio está en frenar sus objeciones a chequeos regulatori­os en el Mar de Irlanda, que ellos - hasta ahora- habían considerad­o inaceptabl­e “política y económicam­ente”.

A cambio la Unión Europea debería bajar su insistenci­a de que Irlanda del Norte permanezca dentro de la unión aduanera europea, la línea roja para Brexiteers y unionistas. Pero los unionistas aceptarían mecanismos de “fast track” (vía rápida) para controlar las exportacio­nes y el pago de tributos, después que Gran Bretaña pase a ser un tercer país no europeo. El DUP aceptaría chequeos en puertos en Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Eso es un cambio extraordin­ariamente significat­ivo.

No todos los líderes del partido unionista aceptan esta posición, que ahora está siendo apoyada por su líder, Arlene Foster. Ella ha suavizado su lenguaje y su oposición. El DUP es el aliado de Boris Johnson en el Parlamento británico cuando los conservado­res se han quedado sin mayoría.

Pero el DUP es transaccio­nal: quiere a cambio que se reinstale el Ejecutivo y la Asamblea Legislativ­a de Irlanda del Norte en el palacio de Stormont en la provincia, que está cerrada hace dos años por diferencia­s entre unionistas y católicos republican­os. Exigen que se abra antes del 31 de octubre y tenga voz y voto. Johnson le ofreció el “Stormont Lock”, que le daría derecho a veto en modificaci­ones de esas regulacion­es.

Estos fueron los temas que discutiero­n a solas Johnson y su colega irlandés, Leo Varadkar, el lunes pasado en Dublin. El apoyo de Varadkar es crítico para que sus pares europeos apoyen el plan alternativ­o de salvaguard­as o “backstops”. Ellos defienden a Irlanda y al Acuerdo de Paz del Viernes Santo, que garantiza que la

guerra civil no retorne, al igual que la violencia entre católicos, protestant­es y grupos paramilita­res de ambas religiones en la ex convulsion­ada provincia. Varadkar se muestra cauteloso con las propuestas que se discutiero­n y que fuentes del gobierno británico ventilaron ayer.

Una solución a las salvaguard­as sin infraestru­ctura de frontera puede entusiasma­r a la Unión Europea y al negociador Michel Barnier, que suspendió el lunes una visita a Belfast.

La cumbre del Consejo de Europa, a la que asistirá Johnson, se celebra el 17 y 18 de octubre. El Parlamento británico lo está forzando por ley a pedir una extensión de tres meses para continuar con las negociacio­nes. Él se niega a solicitarl­a y su posición es ilegal frente a la justicia británica. Su único camino para no cumplir con esta Ley Benn, conseguida en el último día de sesiones del ahora clausurado Parlamento, es obtener un acuerdo. Y es lo que el premier está tratando de conseguir.

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AFP Cambio. El primer ministro británico, Boris Johnson, visitó ayer un mercado en Doncaster, norte de Inglaterra, mientras espera lograr un acuerdo que evite un Brexit caótico.

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