El petróleo toca su mayor pico desde 1991 y apuntan a Irán por los ataques
Subió 19% al inicio del día, algo no visto desde la Guerra del Golfo. Luego bajó. EE.UU. acusó a Teherán.
Los precios del petróleo registraron ayer una de sus mayores alzas y tocaron el pico más alto de aumento desde la guerra del Golfo como réplica a los ataques del sábado pasado contra el corazón de la industria petrolera saudita. El episodio, cuyos remezones se harán sentir aún en los próximas días, dicen los expertos, puso de relieve la ansiedad de que esos atentados puedan causar escasez de suministros y representar un golpe para la economía global, amenazada por una recesión.
Pero la repercusión no será solo económica sino también política y, eventualmente, hasta militar. Ayer, Estados Unidos culpó de los ataques a Irán difundiendo imágenes satelitales de los 17 lugares en donde atacaron dos drones contra la destilería de Abqaiq y el yacimiento de Khurais. Por esa razón, Riad debió reducir en 5,7 millones de barriles su oferta, la mitad de su producción y el equivalente al 5% de la demanda global. Aunque el presidente Donald Trump aseguró ayer que no quiere ir a la guerra con Irán, advirtió que está “mejor preparado” en caso de que surja un conflicto entre ambos países.
“No quiero guerra con nadie (...) Ciertamente nos gustaría evitarlo”, dijo Trump en la Casa Blanca al ser preguntado sobre un posible conflicto bélico entre ambas naciones después del ataque, que EE.UU. cree que Teherán ejecutó, aunque el régimen iraní lo niega. Al mismo tiempo, Trump dejó en manos del reino saudita -enemigo de los persas en su batalla por la supremacía islámica- calibrar una eventual respuesta.
Por otro lado, el presidente descartó que la vía diplomática se haya “agotado”, con lo que no alejó del todo un diálogo con el régimen de Teherán. “Nunca se sabe lo que va a pasar. Sé que quieren hacer un trato, en algún momento funcionará”, agregó.
Los ataques del sábado fueron ejecutados por los rebeldes hutíes respaldados por Irán y que combaten contra el gobierno de Yemen, apoyado por una coalición árabe que lidera la monarquía saudita. En un comunicado, los rebeldes se adjudicaron el ataque, aunque Washington y Riad apuntan sus dedos contra Teherán sin suministrar evidencias sólidas.
Ayer, tras la apertura de los mercados luego del fin de semana, la cotización del barril de Brent, de referencia en Europa, registró un pico del 19% -hasta 71,95 dólares-, una subida que no se veía en términos porcentuales desde la crisis que provocó en 1990 la invasión iraquí de Kuwait. Durante la sesión se moderó ese avance y el Brent cerró en 69,02 dólares por barril, un incremento del 14,59 %, mientras que el petróleo intermedio de Texas, subió un 14,8 %, hasta 62,90 dólares. En Estados Unidos, este ascenso del crudo de Texas se considera el mayor aumento en un día en más de una década.
Las Bolsas de Europa, por su lado cerraron con pérdidas cercanas al 1% en promedio, mientras que Wall Street también cerró a la baja: 0,52 el Dow Jones y 0,28 el Nasdaq.
Estados Unidos contribuyó a intentar de frenar la escalada del precio al autorizar la liberación de sus gigantescas reservas de emergencia para garantizar el suministro (630 millones de barriles), si bien puntualizó que todavía es prematuro conocer si será necesario recurrir a ellas. A su vez, Riad tiene reservas por 188 millones de barriles esparcidos en Holanda, Japon y Africa.
Las consecuencias económicas a gran escala dependerán del tiempo que dure la interrupción de abastecimiento saudita, pero los analistas señalaron que la escalada en las tensiones en Medio Oriente podría mantener elevados los precios del crudo en el futuro cercano ( Ver “Estiman...”).
El nivel de bombeo de la petrolera estatal saudita Aramco, la mayor del mundo, podría tardar semanas en normalizarse, o incluso meses, según algunos expertos, lo que amenaza con mantener por ahora un sesgo al alza en el precio del crudo. No obstante, medios estadounidenses creen que se podría recuperar un tercio de la producción a partir del lunes.
Los hutíes han advertido además de que pueden lanzar nuevas ofensivas en cualquier momento y han pedido a los extranjeros que se retiren de las plantas petroleras de Arabia Saudita.
La inestabilidad en la región contribuye por sí misma a que la cotización del crudo mantenga la presión alcista, dado que los inversores que operan en el mercado de futuros tienen en cuenta la posibilidad de nuevas interrupciones del suministro. “Este escenario es una combinación de factores. A la caída de la producción, se suma el aumento de la incertidumbre”, dijo David Madden, analista de CMC Markets. ■