Mendoza: la elección que preocupa a Cristina, pero también a Larreta
Puja. Elige gobernador el domingo 29 y mostrará hasta dónde llega la oleada opositora. ¿La votación puede tener impacto porteño? Hay una guerra de encuestas.
Por peso electoral, Mendoza debería ser una elección de interés medio para el mundo de la político. Está en el top five de las provincias con más votantes, pero lejos de las dos Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Sin embargo, su ubicación en el calendario electoral 2019, el último domingo de septiembre, más otras particularidades, la convirtieron en una puja de relevancia. Tanto, que su resultado preocupa desde Cristina Kirchner hasta Horacio Rodríguez Larreta. Y provocó una guerra de encuestas local.
La disputa para el 29 se concentra en dos candidatos que ganaron sus propias internas en las PASO provinciales del 9 de junio. De un lado, el radical Rodolfo Suárez, delfín del actual gobernador y jefe de la UCR a nivel nacional, Alfredo Cornejo. Del otro, la camporista Anabel Fernández Sagasti, compañera de bloque y una de las mimadas por la ex presidenta.
Antes de las primarias, Cristina le dedicó una carta de apoyo: "Siento que ella y su candidatura simbolizan uno de mis sueños: ser el puente entre las nuevas generaciones y las anteriores”. "En 2019, los Fernández", es el eslogan que circula en campaña. Incluye a ambas y a Alberto, el que pelea por la presidencia.
El ex jefe de Gabinete ya fue y tiene previsto volver a Mendoza antes de la elección provincial. También dieron su apoyo en vivo los gobernadores vecinos Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y Sergio Uñac (San Juan), más el revitalizado Sergio Massa. El Frente de Todos cree que puede aprovechar la oleada nacional del 11 de agosto para sumar otra provincia al mundo PJ. En la previa se anotó un pleno: el 16 de junio, Omar Perotti desplazó al socialismo en Santa Fe.
Justamente ese posible vendaval opositor es el que preocupa a Larreta y el oficialismo porteño. Un triunfo K en Mendoza sería un mal antecedente para la pelea de la Ciudad, que tendrá su segundo round con la elección presidencial, el 27 de octubre. El jefe de Gobierno espera cerrar ese día su reelección y no llegar a un incómodo balotaje en noviembre. Más allá de su favoritismo, la caída en la imagen de Mauricio Macri y una economía que no termina de equilibrarse le agregan incertidumbre a su continuidad. Matías Lammens, la ficha local de Alberto F., apuesta justamente a lo contrario.
El radical Suárez llega como favorito: en las PASO derrotó claramente al demócrata Omar De Marchi (apoyado por un sector del macrismo) y quedó consagrado como el candidato más votado: 29,46% del total, contra 18,33% de Fernández Sagasti.
En el conteo por fuerza, el oficialismo provincial (Frente Cambia Mendoza) también terminó primero: 42,89% (Suárez, más De Marchi y los pocos votos que aportó Fernando Armagnague); contra 35,64% del Frente Político y Social Elegí, el peronismo K (lo de Sagasti, más 17,31% de Alejandro Bermejo).
Por este antecedente, siempre se especuló con un triunfo cómodo del radicalismo en septiembre. Pero las primarias nacionales abrieron algún interrogante. Alberto Fernández ganó en Mendoza y le sacó allí unos 37 mil votos de diferencia a Mauricio Macri, que llevaba en su boleta, para diputado nacional, al propio Cornejo; aunque por una brecha menor, el jefe de la UCR también perdió en el tramo legislativo. ¿Puede tener esto alguna incidencia el 29S?
Las encuestas, por otro lado, no aclaran demasiado el panorama. Desde el PJ hicieron circular un sondeo de Analogías (que mide para ese espacio) que le daba una ventaja a Suárez, pero muy corta. Mientras que desde la gobernación respondieron con un estudio de la encuestadora Reale Dallatorre, que muestra al oficialismo como amplio favorito. ■