Clarín

En un debate sin propuestas, Macri defendió su gestión y Alberto F. eligió atacarlo

En la contienda en Santa Fe se cruzaron los seis aspirantes a la Casa Rosada. El Presidente y el candidato K protagoniz­aron los cruces más picantes, pero no hubo casi propuestas.

- Guido Carelli Lynch gcarelli@clarin.com

Fue el primer intercambi­o de los aspirantes a la Casa Rosada que prevé la ley. Los seis candidatos dedicaron más tiempo a diferencia­rse unos de otros que a contar qué planes tienen para gobernar el país. El Presidente se concentró en resaltar algunos de sus logros, admitir errores y a mostrar los contrastes de Cambiemos con el kirchneris­mo. Alberto Fernández usó un tono más agresivo y acusó a Macri de “mentir” y de “no saber” lo que pasa. Lavagna no ofreció novedades respecto de su discurso de los últimos meses, Espert dejó ver su pericia televisiva, y Gómez Centurión y Del Caño le hablaron sólo a sus electorado­s y vacilaron por momentos.

Alberto Fernández y Mauricio Macri, los candidatos que concentrar­on más del 82 por ciento de los votos en las PASO, fueron también los protagonis­tas excluyente­s del primer debate obligatori­o por ley en la historia del país. El Presidente y el candidato del Frente de Todos intercambi­aron chicanas y acusacione­s que intercalar­on con escasas propuestas en el auditorio de la Universida­d Nacional del Litoral, en Santa Fe.

Los otros cuatro aspirantes presidenci­ales -Roberto Lavagna, de Consenso Federal; José Luis Espert, de Despertar-Unite; Juan José Gómez Centurión, del Frente NOS; y Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda-Unidad- también buscaron interpelar a Macri y a Fernández, a quienes eligieron comparar entre sí.

Referentes del oficialism­o y la principal fuerza opositora se adjudicaro­n el virtual triunfo. “Alberto hizo mal en no prepararse, fue demasiado agresivo”, dijeron entre los primeros.

En el Frente de Todos, en cambio, señalaron que el desarrollo fue el esperado y compararon con una pelea de boxeo. “A Macri no le servía el triunfo por puntos y nunca se encontró”, sostuviero­n cerca de Fernández; y reconocier­on que se excedió un poco sobre el final. En ambos espacios reconocier­on que Macri terminó mejor de lo que empezó.

Las estrictas normas del debate que impedía que los candidatos se cruzaran inmediatam­ente no evitaron la tensión arriba del escenario. Los ejes temáticos fueron cuatro. En el primer bloque expusieron sobre “Relaciones internacio­nales” y “Economía y finanzas”. Tenían dos minutos para dar sus propuestas y dos intervenci­ones de 30 segundos para contestar a los demás o redondear conceptos. En el segundo bloque fue el turno de “Derechos humanos, diversidad y género” y “Educación y salud”; hubo un tercero, con un minuto para cerrar sus participac­iones.

En las butacas, el ambiente era más relajado. Marcos Peña, por ejemplo, se saludó con un beso con Eduardo “Wado” de Pedro mientras otros funcionari­os de ambos espacios bostezaban. Los dirigentes de cada fuerza que podían asistir a sus candidatos durante el intervalo estaban separados por apenas unos metros.

En el auditorio -entre los que se contaban referentes de todos los espacios -también hubo mayoría del peronismo y de Juntos por el Cambiosigu­ió en silencio -como marcaba el reglamento- el desarrollo del debate, pero también se escucharon algunas risas nerviosas y de asombro en algunos pasajes, como cuando Macri sostuvo que Axel Kicillof podría dar “n arco capacitaci­ones” si resultar a electo gobernador.

En el Gobierno imaginaban a un Fernández más moderado. Pero el candidato opositor aprovechó su primera intervenci­ón para destacar la presencia de Daniel Scioli en la primera fila del auditorio, y acusó al Presidente de mentir en el debate de 2015. No fue la única vez. “Usted no sabe”, repitió varias veces para contrastar los datos que Macri daba sobre su gestión. Las críticas se centraron en la gestión económica del Gobierno, mientras el candidato levantaba el dedo en señal de reprobació­n.

Ese gesto le permitió a Macri recuperar la iniciativa sobre el final. “Volvió el atril, el dedito acusador, el canchereo. El kirchneris­mo no cambió”, dijo el jefe de Estado.

Lavagna concentró sus críticas en el presente -aunque mostró diferencia­s con Fernández- y centró sus preocupaci­ones en “el hambre”. Espert prefirió concentrar­se en la necesidad de bajar el gasto del Estado y criticó a las corporacio­nes mientras que Gómez Centurión defendió varias veces su posición “por las dos vidas” y Del Caño le habló a la juventud y a las mujeres. Del Caño y Fernández se expresaron a favor de la legalizaci­ón del aborto. Macri y Espert evitaron el tema.

Macri quiso pegar la imagen de Alberto F. a la de Cristina Kirchner y eligió -como en sus actos- hablar de valores. En tanto, Fernández contrastó los datos que comunicó el Presidente con cifras propias en todos los rubros.

La política local se mezcló con la exterior cuando los opositores acusaron a Macri de resignar el reclamo de soberanía de Malvinas y el Presidente les exigió una condena explícita al régimen de Nicolás Maduro.

Al final, quedó el saludo frío entre los candidatos, que a pesar del pedido de los fotógrafos, desalojaro­n rápido el escenario sin posar para una foto grupal. ■

 ?? JUAN JOSÉ GARCÍA ?? Frialdad. El Presidente y el candidato del Frente de Todos apenas se saludaron. Un preludio de lo que sería después la discusión.
JUAN JOSÉ GARCÍA Frialdad. El Presidente y el candidato del Frente de Todos apenas se saludaron. Un preludio de lo que sería después la discusión.
 ?? CÁMARA NACIONAL ELECTORAL ?? Batalla desde el atril. Macri, Espert, Gómez Centurión, Lavagna, Fernández y Del Caño, en el primer debate obligatori­o que fija la ley, anoche en Santa Fe.
CÁMARA NACIONAL ELECTORAL Batalla desde el atril. Macri, Espert, Gómez Centurión, Lavagna, Fernández y Del Caño, en el primer debate obligatori­o que fija la ley, anoche en Santa Fe.

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