En las elecciones, invita a poner las cosas en su lugar
No importa. ¿O sí? ¿Importa que Cristóbal López salga en libertad a pesar de deber miles de millones al fisco por haberse financiado con ese dinero mal habido? Sí, mal habido. Porque lo robó al Estado, es decir a la sociedad toda. Tampoco parece que importe que, a pesar de los años transcurridos, la Justicia aún no sepa decirnos que tan culpables son los que se llenaron los bolsillos con la plata del Estado. También no importaría mucho que el aparentemente futuro gobernador, Axel Kicillof, nos diga que los que venden droga lo hacen por falta de trabajo; que Grabois clame por la revolución agraria y todos a coro
culpen a la actual administración por los millones de pobres de nuestro país cuando todos sabemos que a ninguno de ellos les importó el desmadre que provocaron desde el poder.
Hay que aceptar que el actual Gobierno se ha equivocado y mucho en las políticas que usó para solucionar el desastre que le dejó la doctora Fernández con su década ganada. Pero mal haríamos en no reconocer que gran parte del trabajo de limpieza de la suciedad recibida ha sido hecho. En pocos días definiremos qué Argentina pretendemos. Según parece por los pronósticos, la mayoría desea volver a la postración de un pasado de mentiras y promesas siempre incumplidas. Por mi parte, apoyaré a los dirigentes que no mienten. Porque sin honestidad, ¿qué generaciones podemos esperar? Pongamos las cosas en su lugar.