Lacunza y Sandleris buscan convencer al FMI que gire el desembolso pendiente
Se verán mañana con la nueva jefa del Fondo. Pero hay pocas chances que el organismo envíe los US$ 5.400 millones.
Con la misión de explicar la delicada situación actual de la economía y analizar alternativas de pago del crédito stand by al FMI, los funcionarios argentinos comenzaron a trabajar ayer en Washington con los expertos del Fondo. El marco es un momento de gran incertidumbre a pocos días de las elecciones del próximo 27.
En el edificio de la avenida Pennsylvania, el equipo técnico del FMI, encabezado por Alejandro Werner (jefe del Departamento de Hemisferio Occidental) y Roberto Cardarelli (jefe de misión a Argentina) recibió al jefe del Banco Central, Guido Sandleris; al viceministro de Hacienda Sebastián Katz; al secretario de Finanzas, Santiago Bausili y al secretario de Hacienda, Rodrigo Pena. También estuvieron la vicepresidenta segunda del BCRA, Verónica Rappoport, y el gerente de Estrategia y Comunicación, Mauro Alessandro.
Estas reuniones técnicas fueron anunciadas a fines de septiembre en Nueva York, en el encuentro que el presidente Mauricio Macri, el ministro de Hacienda Hernán Lacunza y
Sandleris mantuvieron con David Lipton, el vicedirector ejecutivo del Fondo. Coinciden con la Asamblea anual del FMI y el Banco Mundial que comenzó esta semana en Washington y que nuclea a todos los ministros de Economía y jefes de Bancos Centrales del planeta.
Mientras sus equipos trabajan toda la semana con los del Fondo, la agenda formal de Lacunza y Sandleris en la Asamblea comienza hoy jueves, con una reunión global en el marco del G-20, y culmina el viernes, con un encuentro de los funcionarios argentinos con Kristalina Georgieva, la flamante directora ejecutiva del Fondo que remplazó a Christine Lagarde.
Según supo Clarín, hay realmente pocas chances de que surja estos días algún acuerdo o definición concreta sobre el futuro del programa de 57.000 millones de dólares, dada la incertidumbre por las elecciones del 27 de octubre, que podrían significar un cambio de inquilino en la Rosada y también en la relación con el Fondo. Mucho menos que haya certezas sobre el desembolso de 5.400 millones de dólares previsto en septiembre y que quedó totalmente paralizado tras el resultado de las PASO.
Más claramente: el Fondo no piensa tomar decisiones antes de los comicios. Sin embargo, creen que “es importante estar listos para cualquier escenario después de las elecciones”, según estiman en Washington, y por eso los técnicos del FMI quieren saber exactamente cuáles son los números de hoy, sobre todo la situación actual en términos de reservas, inflación y equilibrio fiscal, ítems que han sido alterados tras las turbulencias post- primarias y algunos anuncios del gobierno de Mauricio Macri.
Lacunza y Sandleris también participarán en diversos encuentros con inversionistas organizados por bancos y agencias de inversión paralelamente a la Asamblea en Washington. El jefe del Banco Central ya comenzó esa tarea el martes en el Council of the Americas en Nueva York, con una reunión con hombres de negocios. Allí resaltó la importancia de ciertos consensos básicos para que Argentina crezca y baje la inflación. Sandleris dijo que los puntos de consensos serían “un equilibrio fiscal intertemporal, una política monetaria consistente que asegure tasas de interés positivas a los ahorristas y un aumento de la productividad de la economía e integrarse al mundo”. Estos, según expuso el funcionario, son las claves “para que cualquier modelo económico sea exitoso”. ■