Elizabeth Warren, una precandidata demócrata que crece en las encuestas
Socialdemócrata y muy enérgica, supera ya en los sondeos a Joe Biden. En el último debate todos la atacaron.
¿Qué le diría a alguien que asegura que el matrimonio es solo entre un hombre y una mujer?, le preguntaron. Ella sonrió, con calma: “Suponiendo que el que me pregunta es un hombre, le diría: ‘muy bien, entonces cásate con una mujer’”. Mientras el público estallaba de risa con su respuesta filosa, ella agregó con ironía: “Si encontrás alguna…”
El video de esa respuesta se volvió viral y millones de estadounidenses lo comentan, a favor o en contra. En realidad, todo el país habla de Elizabeth Warren, la precandidata demócrata que es la estrella política del momento. Prueba de esto es que, en el debate televisivo del martes en Ohio, los precandidatos de su partido buscaron pegarle para frenar el impulso hacia la Casa Blanca. Eran 12 contra una y ella superó los embates.
Warren es ahora una especie de “rockstar” que asciende en las encuestas. Un reciente sondeo de Quinnipiac le otorgó 30% de apoyo entre los demócratas frente a 27% de Joe Biden y 11% de Bernie Sanders.
El documento de Warren dice que se llama Elizabeth Ann Herring y que nació hace 70 años en la ruda y conservadora Oklahoma. Pero esta mujer menuda y vivaz es todo menos una fiel representante de la América Profunda. Senadora por Massachusetts, quizás el estado más progresista del país, Warren se ha convertido en el símbolo de la izquierda liberal, superando a Sanders.
Warren propone una cobertura de salud pública universal, la cancelación de la mayor parte de deuda de los estudiantes aumentándole los impuestos a los millonarios, mano dura contra Wall Street y el desguace de los gigantes tecnológicos para contener su poder, entre otras medidas que ponen los pelos de punta a la cuna del capitalismo. Sin embargo, a diferencia de Sanders, ella aclara: “Creo en los mercados, soy una capitalista, me encanta lo que los mercados pueden hacer. En lo que no creo es en el robo, creo que los mercados deben funcionar para más gente”.
Buena parte de los analistas cree que, si bien Warren podría ganar la interna demócrata, es “demasiado progresista” para captar el voto moderado e independiente en una elección general en noviembre del año que viene en la que tendría a Donald Trump como contendiente.
Warren tiene una historia personal de superación y fortaleza, algo valioso en la campaña. Nació en una familia trabajadora de Oklahoma y perdió a su padre a los 12 años, que murió dejando muchas facturas de salud sin pagar. Su madre se puso a trabajar como vendedora en una tienda y ella fue camarera desde los 13 años hasta que decidió estudiar derecho. Se casó a los 19, con un compañero del secundario, y dejó sus estudios cuando tuvo su primera hija, pero luego los retomó y logró su título años después. Más tarde tendría un segundo hijo. Y se dedicó a la docencia de Derecho.
The Washington Post sacó a la luz que en los años 80 Warren fue acosada por su profesor y mentor en la Universidad de Houston. Ella lo contó, con cierto humor e ironía, en el funeral de su atacante porque él pidió especialmente que ella fuera quien ofreciera el discurso final. Si bien el profesor la respetaba por sus talentos académicos, intentó varias veces propasarse y ella lo rechazaba constantemente. Desesperada, Warren acudió a los superiores quienes le aconsejaron que guardara silencio para no entorpecer su carrera. Lejos de la era del “Me Too”, ella les hizo caso, pero tuvo su venganza cuando contó el episodio en su funeral. ■