Clarín

Bolmaro, el otro argentino al que ya le dicen “Messi” en Barcelona

La historia del cordobés que ama el básquetbol y al que los hinchas catalanes ovacionaro­n por su talento.

- Mauricio Codocea mcodocea@clarin.com

“Meeeessi, Meeeessi”. El grito bajó de las tribunas, pero no era para Lionel ni era en un partido de fútbol. Sucedió el domingo pasado y el destinatar­io fue Leandro Nicolás Bolmaro, el basquetbol­ista cordobés que jugó su mejor partido (13 minutos, con 6 puntos, 2 asistencia­s y 1 rebote) en el triunfo de Barcelona ante Valencia. Y tras una breve pero esperanzad­ora aparición el viernes frente a Zenit, en su debut por la Euroliga, el público le regaló ese cantito el domingo.

¿ Quién es este argentino de 19 años, dueño de una carrera cuyo ascenso se dio tan veloz como el de un cohete de la NASA y pasó en dos años de los provincial­es juveniles a la Euroliga, con la camiseta del Barsa?

En Las Varillas, el nene nacido en 2000 quería jugar con la pelota naranja, pero papá Osvaldo le puso un freno. Sin embargo, la vida de club, de básquetbol y de amigos volvió a picar en su ser. Ya con más edad y un estirón importante, regresó al deporte que había querido desde un principio y pudo empezar a picar la pelota en Almafuerte de San Francisco.

Mientras jugaba los torneos locales, comenzó a dar sus primeros pasos en la Selección. Fue invitado a la convocator­ia para el Mundial U17 de Zaragoza 2016. La red de reclutamie­nto de Bahía Basket, club de referencia ineludible si se trata de captar talentos, lo detectó apenas su nombre empezó a circular. Los europeos ya le habían puesto el ojo encima, pero por entonces Bolmaro se preocupaba por empezar a sumar minutos en la Liga Nacional y en la Liga de Desarrollo y sobrevivir en el intento.

“Las primeras dos semanas me asusté un poco: entrenábam­os mucho y terminaba muy cansado. A veces me acostaba y extrañando. Los primeros días que te alejás de la familia es difícil. Nunca lavé los platos en casa y ahora tenía que hacerme todo”, reconoció.

Introverti­do, tranquilo y casi tímido fuera de la cancha con aquellos que no conoce, sobre el parquet Leandro se transforma. No por nada en 2017 fue el único argentino en el Campus Top 100 de la NBA y al poco tiempo participó del tradiciona­l Básquetbol Sin Fronteras.

Según cuenta papá Osvaldo, hasta el propio Shaquille O'Neal le sugirió tomar una beca en la reconocida UCLA. Pepe Sánchez, que tuvo su propia experienci­a en el básquetbol universita­rio, le recomendó hacer el camino por afuera.

Maximilian­o Seigorman, quien lo dirigió en el Mundial U19 de este año, lo describe: “Nada es producto de la casualidad. Desde muy chico, Leandro potenció todas sus cualidades. Todo el potencial que tiene es producto de muchas horas de trabajo”.

Jugó 14 partidos en la Liga de Desarrollo, con un promedio de 12,7 tantos en 26,7 minutos y tuvo algunas aparicione­s en la Liga Nacional con la camiseta de Bahía Basket. A esto se le sumó el premio al Jugador Más Valioso del Argentino Sub 17 y su condición de goleador nacional en el Sudamerica­no de la categoría. Todo aportó al poder de seducción que su talento por sí solo desparrama­ba.

Durante el viaje a Canadá, donde Leandro disputó el año pasado el FIBA Américas U18, llegó el ofrecimien­to de Barcelona por su hijo. El pibe dijo que sí de inmediato y terminó firmando por cinco temporadas. Gracias a su transferen­cia, en Almafuerte pudieron renovar 900 metros cuadrados de parquet.

El crecimient­o sostenido de Bolmaro llevó a Sergio Hernández a convocarlo a la preselecci­ón con vistas a los Juegos Panamerica­nos y el Mundial de China. Leandro bien podría ser uno de los subcampeon­es del mundo. Sin embargo, le tocó ser cortado junto a Facundo Piñero.

El entrenador de Barcelona, el serbio Svetislav Pešić, le había avisado que lo haría entrenarse con los de Primera aunque jugara en el segundo conjunto. Dicen los que conocen la intimidad de la situación que Pepe Sánchez, de máxima confianza con Oveja Hernández, le sugirió no llevarlo al Mundial si no estaba dispuesto a darle minutos significat­ivos, a sabiendas de la oportunida­d que le esperaba al chico en equipo blaugrana.

Los planetas se le terminaron de alinear al cordobés por razones no tan felices para el plantel, cuando se lesionaron Thomas Huertel y Kevin Pangos, los bases del equipo, al igual

que Pau Ribas, perimetral que suele cubrir el puesto. Con el refuerzo reciente de Malcolm Delaney como única opción, Pešić debió echar mano al argentino. Pero lejos estuvo de hacer beneficenc­ia con él. “Si juega, es porque está listo”, aseguró el coach.

Los días de Leandro pasan en San Feliú de Llobregat , a 10 cuadras de la Ciudad Esportiva Joan Gamper, donde practica el Barça y donde se entrena también el equipo de fútbol. Pese a ello, todavía no pudo conocer a Lionel Messi, uno de los deportista­s que más admira aunque, claro, su gran ídolo sea Emanuel Ginóbili.

En La Masía, el icónico edificio en el que viven muchas de las promesas

blaugranas, Bolmaro suele almorzar. Al cordobés le hubiera gustado compartir vivienda con Juan Marcos, quien se sumó para esta temporada, pero al final les tocó estar separados.

En algún momento, el de Las Varillas se preocupó por la falta de ritmo. Sin embargo, no se desesperó y nunca dejó de confiar en sí mismo.

Esa confianza se vio reforzada con un recibimien­to muy cálido de parte de los jugadores del plantel mayor. En particular, de Nikola Mirotic, el crack que dejó la NBA para volver a Barcelona y al que le pagan como si fuera un jugador de fútbol.

El ala pivote, con quien Bolmaro comparte representa­nte, lo adoptó

como un hermano menor. También tiene una gran relación con hombres como Víctor Claver, el propio Ribas y Pierre Oriola, campeones mundiales; en definitiva, con todos ha hecho muy buenas migas y se ha convertido en el mimado del grupo.

Bolmaro siempre tiene algún afecto cerca. Mamá Adriana y su hermana Camila están a un click en la pantalla táctil y son sus hinchas número 1. Al igual que papá Osvaldo, que siempre lo espera con un buen asado con infaltable­s mollejas.

Son los fanáticos del -como dijo Pesic- otro Leo argentino que tiene el conjunto culé y que de a poco empieza a sumar más y más adeptos. ■

 ?? EFE ?? En acción. Leandro Bolmaro, debajo del aro en el partido que Barcelona jugó con Zenit por la Euroliga.
EFE En acción. Leandro Bolmaro, debajo del aro en el partido que Barcelona jugó con Zenit por la Euroliga.

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