Clarín

No es malvada, tiene mala prensa

La secuela del éxito de 2014 tiene más acción y más protagonis­tas femeninas, pero menos humor.

- Pablo O. Scholz pscholz@clarin.com

Maléfica: Dueña del mal

Aventuras. EE.UU., 2019. 119’, SAM 13. De: Joachim Rønning. Con: Angelina Jolie, Elle Fanning, Michelle Pfeiffer. Salas: IMAX, Hoyts Abasto, Cinépolis Avellaneda, C. Palermo. El de Linda Woolverton no es un nombre que sea muy reconocido. Pero fue coautora de algunos de los mayores éxitos de Disney, de La Bella y la Bestia (1991) en adelante, pasando por El Rey León, Alicia en el País de las maravillas y Maléfica, por ejemplo. Y ya está ducha en esto de imaginar secuelas o nuevas situacione­s a personajes creados por terceros. Mal no le ha ido, aunque sus pares de la Academia de Hollywood no la nominaron jamás.

Todo viene a cuento de que Maléfica: Dueña del mal, la secuela del exitazo de 2014 que ya era un spin-off del dibujo animado de Disney La Bella Durmiente (1959), se extiende como los brazos de su protagonis­ta. Se ha dicho una y mil veces que no siempre más es mejor, y Maléfica: Dueña del mal tiene más acción, más seres como Maléfica y más protagonis­tas femeninas -al personaje del título y a Aurora se suma la reina Ingrith-, pero menos humor.

La película comienza con una secuencia que hasta parece salida de otra realizació­n. Tiene que ver con la caza de ciertos duendes en un bosque salvaje, con árboles que caminan y hongos que sonríen. Lo importante es que Aurora se va a casar con el Príncipe Philips, de Ulstead, y la boda unirá dos reinos que estuvieron históricam­ente enfrentado­s.

Y lo que sigue es una versión más aventuresc­a de ¿Sabes quién viene a cenar?, cuando los reyes de Ulstead

inviten a Aurora y a… Maléfica, porque al fin de cuentas es quien la crió y se siente su madre.

La reina Ingrith es la mala de turno. Michelle Pfeiffer la engalana con todas esas poses y miradas que quien fuera la perdición de Los fabulosos Baker Boys o la Gatúbela del Batman de Tim Burton sigue teniendo en su ADN. Elle Fanning ha crecido estos últimos cinco años, pero puede seguir siendo aniñada, aunque la trama le haga brotar sangre de su rostro en alguna que otra ocasión.

Y para que todo se sostenga, más allá de batallas interminab­les entre el ejército real y los parientes de Maléfica, sí, claro, está ella. Ella no es Maléfica sino Angelina Jolie, con sus pómulos salientes por efectos de computació­n digital, sus ojos como esmeraldas, o marrones, según la ocasión, y ese porte y esa sonrisa endiablada que la han convertido en una villana antiheroín­a más simpática, claro, que el Guasón de Joaquin Phoenix.

El director noruego Joachim Rønning, de Piratas del Caribe: La venganza de Salazar, no le da al filme una firma, un signo de autor. Está a disposició­n del CGI, casi como hizo en la última de Jack Sparrow.

“Recuerdo esta historia de una bruja malvada, y la princesa que maldijo para dormir para siempre. La historia se convirtió en leyenda. Pero esto no es un cuento de hadas”, recuerda Ingrith. Ni que hiciera falta.

Ya aprendimos que Maléfica no es malvada, sino algo impulsiva, tiene mal genio y peor prensa. Aquí, hasta se muestra vulnerable, y con mejores diálogos tal vez le iría mejor. ■

 ??  ?? Jolie. Con sus pómulos salientes, fruto de la posproducc­ión digitaliza­da.
Jolie. Con sus pómulos salientes, fruto de la posproducc­ión digitaliza­da.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina