Sinaloa bajo fuego por el choque entre los narcos y la policía
Sicarios del cartel narco se enfrentaron con armas de grueso calibre con las fuerzas de seguridad.
El intento de detención de uno de los 10 hijos del narcotraficante “Chapo” Guzmán en Culiacán, capital de Sinaloa, provocó anoche un fuerte choque entre los sicarios del cartel y las fuerzas de seguridad. En el lugar fue identificado Ovidio Guzmán, de 28 años. El gobierno, que no aclaró si finalmente Guzmán fue detenido, anunció esta madrugada que suspendía las acciones, mientras vehículos con civiles armados circulaban por la ciudad. El “Chapo” está en una prisión de máxima seguridad de EE.UU., condenado a cadena perpetua en febrero de 2018 por tráfico de drogas y crímenes.
La violencia del narcotráfico sigue castigando duramente a México. Ayer el epicentro fue Cualiacán, la capital del estado de Sinaloa, bastión de los carteles delictivos. La ciudad fue escenario de feroces tiroteos cuando las fuerzas de seguridad desplegaron un gran operativo para detener a uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien cumple una condena a cadena perpetua en Estados Unidos.
Videos y fotos divulgadas por las redes sociales y medios locales mostraban anoche, al cierre de esta edición, camionetas con civiles armados y ametralladoras de alto calibre en las calles de la ciudad, además de intensos intercambios de disparos entre las fuerzas policiales y los grupos narcos que intentaban evitar la detención.
Las autoridades estatales confirmaron que durante el operativo dieron con el paradero de Ovidio Guzmán López, uno de los hijos que el Chapo tuvo con su primera esposa. El comunicado no precisaba si la policía lo llegó a capturar y, a la vez, anunciaba que el operativo había sido luego “suspendido” para “preservar la seguridad de la población”. En diversas partes de la ciudad se escuchaban disparos y se observaba a decenas de personas fuertemente armadas que tomaron micros de transporte público y que se movían en vehículos blindados por ellos mismos. En la refriega, un número indeterminado de policías resultó herido, y un grupo de reos, tampoco contabilizados aún, se fugaron del penal de Culiacán de Aguaruto, de acuerdo con fuentes anónimas del gobierno de Sinaloa.
El punto más fuerte de los bloqueos y tiroteos estuvo en los alrededores de la sede de la Fiscalía de Sinaloa, donde presuntamente iban a trasladar a Ovidio. Los bloqueos de los sicarios, al parecer gente del cartel de las drogas de Sinaloa, se extendieron a las salidas de la ciudad, que fue prácticamente cercada con gente resguardada en sus lugares de trabajo y en sus casas y la actividad comercial paralizada.
Ante esta crisis, el Gobierno del estado mexicano de Sinaloa llamó a la población “a mantener la calma, a no salir a las calles” ante lo que calificó como “hechos de alto impacto” que se presentan en las últimas horas en Culiacán. Incluso el club de fútbol de la ciudad, Dorados, informó que debió cancelar su partido la noche del jueves “por cuestiones de seguridad”.
Presuntamente el objetivo de los bloqueos y la violencia desatada por los narcos es presionar a las autoridades para que desistan de detener a Ovidio. Fuentes citadas por la prensa mexicana afirman que los criminales intentaron secuestrar a familiares de militares y autoridades como forma de presión.
Ovidio (28), apodado “El ratón”, fue acusado hace un año de tráfico de cocaína, metanfetamina y marihuana. El Chapo tuvo en total diez hijos con tres esposas distintas, cuatro con la segunda y unas gemelas con la tercera que fueron vistos durante su juicio en EE.UU. Guzmán purga sentencia de cadena perpetua en la prisión federal de Florence (Colorado), considerada de las más seguras de EE.UU.
Guzmán fue declarado culpable el pasado febrero de 2018 por un jurado de 10 cargos, incluida la participación en una empresa criminal continuada y tráfico de drogas, y sentenciado a cadena perpetua.
Tras la salida del negocio del Chapo, la conducción del cartel de Sinaloa quedó fragmentada. En un primer momento fue captada por Dámaso López Núñez y su hijo, Dámaso López Serrano. Pero al poco tiempo el primero fue capturado por México y el segundo se entregó a EE.UU. Los expertos coinciden en que las riendas del cartel, que sigue operando, está en manos de Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador de la organización, y de dos de los hijos de El Chapo, Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán, conocidos como “Los Chapitos”. ■