Semana clave en el juicio por presunto encubrimiento en el caso Pérez Volpin
La investigación por la muerte de Débora Pérez Volpin aún tiene cabos sueltos que la Justicia intenta cerrar. Porque además del endoscopista Diego Bialolenkier -condenado a tres años por homicidio culposo- y la anestesista Nélida Puente -que fue absuelta-, la fiscal del caso denunció por encubrimiento y falso testimonio a médicos y directivos del Sanatorio La Trinidad, donde se realizó el estudio que tuvo el desenlace fatal.
En este nuevo caso ya declaró la instrumentista Miriam Eliana Frías, imputada por falso testimonio. Y este miércoles le toca a la jefa de ella, Claudia Esther Balceda. El abogado Diego Pirota -que representa a la familia de Pérez Volpin- dijo a Clarín que “ella terminó admitiendo que el equipo que se usó con la periodista no fue el entregado a la Justicia sino otro, más moderno”. Por eso, después de la sentencia a Bialolenkier, la fiscal que investigó el caso, Nancy Oliveri, la acusó de falso testimonio.
Cuando declaró en el juicio por mala praxis, Balceda dijo que cuando entró a la sala no pudo reconocer a la periodista porque estaba completamente desfigurada por la hinchazón. “Cuando la vi, pensé que de ninguna manera tenía posibilidad de sobrevida. Estaba cianótica (de color azulado), tenía el abdomen muy inflado y estaba en asistolia (sin actividad eléctrica en el corazón). Ya estaba muerta hace un rato”, dijo frente al juez.
Lo que pensó en ese momento, dijo, fue que Pérez Volpin sido erróneamente intubada en la vía digestiva (en vez de la respiratoria, como corresponde para asistir la respiración) y que eso había producido la entrada masiva de aire.
En la indagatoria de este nuevo juicio, la instrumentista -Frías- insistió en su testimonio original y aseguró que no recuerda nada de lo que ocurrió en la sala, pese a haber sido la única persona que estuvo durante el estudio con los médicos.
También confirmó que, luego de la muerte de Pérez Volpin, y cuando ya había dado su testimonio en la Justicia, fue acompañada por su jefa, Claudia Balceda, a la oficina del director de la clínica, Eduardo Cavallo (también imputado). Nunca lo había visto antes, dijo.
El pasado la jueza en lo criminal y correccional María Fabiana Galletti indagó durante casi cinco horas a Roberto Martingano, director médico del sanatorio cuando murió la legisladora, denunciado por supuesta obstaculización de la investigación penal sobre la muerte. Martingano, asistido por el abogado Carlos Froment, negó toda responsabilidad en el hecho, dijo que el aparato que se empleó para la videoendoscopia funcionaba bien y que se siguió utilizando tras la muerte de la periodista.
Cuando termine la ronda de indagatorias, la magistrada tendrá diez días para resolver la situación procesal de los imputados. w