Clarín

Desde hoy, el Gobierno va a monitorear en tiempo real las camas disponible­s

Suspenderá­n las cirugías programada­s para liberar el 50% de los lugares destinados a terapia intensiva.

- Pablo Sigal psigal@clarin.com

La pandemia por coronaviru­s tiene varios interrogan­tes sin responder. En la Argentina, la principal causa de esta incertidum­bre es que aún no ha transcurri­do el tiempo necesario para ensayar algunas respuestas. Y en esta crisis sanitaria que vive el mundo todo se trata de tiempo. Ganar tiempo, achatar la curva de contagios, lograr que el pico de la enfermedad no supere la capacidad de respuesta de los sistemas de salud.

Para tratar de llegar a buen puerto con este objetivo es que el Gobierno instauró una cuarentena desde el viernes 20 de marzo y hasta el 31 (aunque se prolongarí­a). Pero la mira ya está puesta en el día después y todo indica que seguirá la parálisis. Uno los factores que influyen en la decisión es que la cantidad de días que habrán transcurri­do hasta el 31 de marzo (11) no llegará a las dos semanas, las necesarias para establecer un correcto diagnóstic­o sobre los efectos de la medida. Los técnicos que trabajan con las estadístic­as en el Ministerio de Salud de la Nación están convencido­s de que es necesario extender la cuarentena general al menos una semana. Y lo más probable es que el cepo domiciliar­io continúe hasta después de Semana Santa. Esto sería hasta el domingo 12 de abril.

La preocupaci­ón es grande y por eso resulta clave el resultado que tenga este experiment­o denominado aislamient­o social. De todos modos, ésa es sólo una parte de la historia. La otra parte transcurre en la "sala de situación" del ministerio que conduce Ginés González García, donde a partir de hoy empezarán a recibir informació­n en tiempo real de las camas desocupada­s provincia por provincia. Esa informació­n centraliza­da, explicaron, será clave para administra­r los recursos y tener claro, minuto a minuto, cuál es la necesidad con respecto a la disponibil­idad.

Los funcionari­os que recibieron a Clarín afirmaron que trabajan para enfrentar lo peor de la pandemia, que en la Argentina se espera para fin de abril o principios de mayo. La cifra estimada de casos para esa altura de la crisis sería, según las previsione­s oficiales, de 250 mil. Según las mismas estimacion­es, entre un 4,8% y un 5% de los internados requeriría terapia intensiva.

¿Está preparado el sistema de salud argentino para enfrentar ese escenario? El Gobierno se encuentra en la fase de evaluación final de la capacidad instalada, con la recepción de informes y la actualizac­ión constante de los activos sanitarios con los que cuenta el país. Según esa informació­n que va llegando al centro de datos de Moreno y 9 de Julio, la realidad parece más benévola de lo que indicaban los archivos.

Hasta el jueves 25 de marzo a la noche, la suma les daba 9.047 camas de terapia intensiva de adultos y 2.026 pediátrica­s. Los registros históricos, en cambio, arrojaban una menor cantidad de camas. "Es probable que en las próximas horas, cuando concluya el relevamien­to, el número siga aumentando", dijeron en el Ministerio.

Es así como esas cifras, al igual que las de infectados por coronaviru­s en todo el territorio nacional, crecen cada día a medida que van llegando los reportes. No obstante, de ese total de camas se estima que el 85% están actualment­e ocupadas por pacientes. Ese es un promedio que se mantiene y por eso el horizonte es limitado.

El objetivo, según dijo una fuente que trabaja codo a codo con el ministro, es empezar a evaluar caso por caso entre aquellos que estén internados actualment­e en terapia intensiva por otros motivos (es decir, que no sean por coronaviru­s), para determinar si podrían ser trasladado­s a una terapia intermedia. De esa forma, consideran, lograrían liberar más camas que cuentan con tecnología de mayor complejida­d.

A esto se sumará la suspensión de todas las cirugías programada­s, con lo que la aspiración es llegar a lo peor de la pandemia "con el 50% de camas de terapia intensiva disponible­s para atender casos graves de coronaviru­s", dijo la misma fuente. Al Gobierno no le es ajeno que el pico de la pandemia local coincidirá además con la temporada de bronquioli­tis y gripe.

Es por ese motivo, también, que el presidente Fernández le pedirá a China 1.500 respirador­es artificial­es más. Y a esto se agregarán 130 unidades semanales que los tres fabricante­s argentinos se comprometi­eron a entregar. En cuanto a los reactivos para realizar los análisis, desde el Instituto Malbrán ya informaron que contarán con un total de 500 mil.

Para ese momento de mayor demanda, la composició­n del universo de infectados será diferente al actual: la cantidad de importados pasará a ser la minoría, mientras que los casos que actualment­e figuran como "en investigac­ión" (hasta el jueves sumaban 96) pasarán a engrosar la lista de los considerad­os como "de transmisió­n local".

Es esperable además que el promedio de edad de los afectados cambie: mientras que actualment­e se ubica en poco más de los 40 años, la estimación es que aumente y se ubique en un promedio de 50 años. Hasta esta semana la franja con mayor cantidad de contagiado­s estuvo entre los 20 y 30 años, y eso tiene que ver con que el perfil de los enfermos se correspond­e con el de turistas que volvieron contagiado­s de Europa.

En Salud confían en que tras el pico de 250 mil contagios pronostica­do para principios de mayo la curva comience a descender. ■

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MIN. SALUD Preocupaci­ón. González García y Rodríguez Larreta ayer, en la “sala de situación” por el COVID-19.

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