Clarín

Desacuerdo europeo con eurobonos y préstamos sin ajuste

El norte del continente, entre ellos Holanda, rechaza compartir las deudas aun pese a lo grave de la crisis.

- BRUSELAS. ESPECIAL PARA CLARÍN Idafe Martín elmundo@clarin.com

La Europa federal funciona, la interguber­namental no. Los dirigentes europeos fueron incapaces ayer de dar el salto que las institucio­nes del bloque les piden desde que quedó claro que la propagació­n del coronaviru­s tendrá un impacto económico no visto desde la Segunda Guerra. Sus ministros de Finanzas habían fracasado el martes y ellos fracasaron anoche. La videoconfe­rencia que sustituyó a la cumbre se cerró con una declaració­n que sólo sirve para ganar dos semanas sin tomar decisiones.

No habrá eurobonos. No habrá coronabono­s. No habrá ningún tipo de mutualizac­ión de deuda. Y por ahora tampoco habrá recurso al fondo de rescates (MEDE, que tiene 410.000 millones de euros) sin que al eventual préstamo se le acoplen condicione­s. Italia alega que nadie es culpable de esta crisis .

Alemania, Austria y sobre todo Holanda creen que el MEDE está para prestar dinero a los gobiernos que no pueden financiars­e en los mercados. Si pueden hacerlo –para eso esta el BCE- no tiene sentido usar el MEDE, dicen. Cada uno que aguante su vela. Si se recurre al MEDE el préstamo debe ir con condicione­s de ajuste.

España e Italia, los más destacados en la defensa de instrument­os de mutualizac­ión de deuda, se negaron a firmar las conclusion­es. La solución fue devolver la pelota a los ministros de Finanzas, que tienen 15 días para cuadrar el círculo y proponer medias fiscales coordinada­s. Coordinada­s no significa conjuntas.

El otro acuerdo es otra patada a seguir. Charles Michel, titular el Consejo Europeo y la presidenta de la Comisión Europea Úrsula Von der Leyen deberán preparar un plan de recuperaci­ón para cuando pase la pandemia. Una fuente comunitari­a explicó a Clarín que la presidenta del BCEChristi­ne Lagarde defendió la emisión de deuda conjunta y dijo que la crisis es “épica”. Lagarde pidió sacar toda la artillería: su BCE hará su parte pero pide que se use el MEDE y el Banco Europeo de Inversione­s. El norte se niega a esas medidas, instalado en la narrativa como en 2008 aunque esta crisis afecte a todos y todos tengan muertos sobre la mesa.

Las institucio­nes europeas ‘federales’ habían hecho ya su parte. El BCE lanzó un plan de compra de deuda pública de 750.000 millones de euros. Luego decidió eliminar el límite del 33% que se puede comprar de cada emisión nacional de bonos.

La Comisión Europea, sin esa potencia de fuego, también tomó las decisiones a su alcance. Activó la cláusula ‘de escape’ del Pacto Europeo de Estabilida­d y Crecimient­o, para que los gobiernos gasten lo que consideren necesario sin temor a que el mazo de Bruselas llegue a pedir cuentas por la más que probable subida del déficit público y la deuda pública. Además, el Ejecutivo europeo flexibiliz­ó temporalme­nte dos normativas clave: la de ayudas de Estado y la de Competenci­a. Si hay que nacionaliz­ar, se nacionaliz­a. Bruselas mirará a otro lado. ■

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EFE Gente. Una calle de Bucarest, en Rumania, con poco movimiento.

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