Temen disturbios en algunas zonas de Francia por la cuarentena
Después del Gran Este, el pico de la epidemia del coronavirus ha aterrizado en Ile de France, con 7.660 personas que fueron testeadas como positivas. Si bien “lo peor está llegando” para los médicos en los hospitales de la extensa región, se preparan para dos semanas que no serán diferentes a las de Italia o España. Se espera una ola de enfermos y ninguno de ellos sabe cuánto puede durar. “Jamás lo hemos visto antes”. Es la frase de médicos, anestesistas, psicólogos, que son el lazo entre los médicos y los familiares que reciben la noticia de la muerte de sus próximos.
Mientras Francia se prepara para extender el confinamiento, los suburbios se inquietan. Los edificios sociales son enormes en algunos “banlieues”. Se teme explosión social, disturbios y una desobediencia de la cuarentena, ante los palomares edilicios donde vive la gente, con familias afectadas y poco espacio para soportar el confinamiento.
Desde el hospital en Puteaux, en Neuilly sur Seine, en Montfermeil, Montreuil, Aulnay sur Bois, los llamados son desesperados a la Agencia Regional de Salud para conseguir un lugar para sus pacientes. El virus no respeta las clases sociales: desde las áreas más ricas a las más pobres y calientes, toca a todos por igual. La Isla de Francia o la región de París alberga más de 12 millones de personas, representa el 30 por ciento del
PBI de Francia, el 80 por ciento en el sector servicios.
“Es muy difícil. No hay que ocultarlo. Hemos entrado en la zona dura”, admite el médico Anour Ben Hellal, reanimador del servicio de urgencia Samu de Versalles, en el diario católico Le Croix. El es el delegado regional del sindicato de anestesistas reanimadores, el que maneja los respiradores en esta emergencia total.
Según el director general de la agencia regional de Salud de la Isla de France (ARS), Aurélien Rousseau, “hay una aceleración de la curva del número de pacientes” desde el martes por la noche, con más de 150 reanimaciones en un solo día . ”Estas cifras nos dan vértigo”, admitió.
Cree que se necesitarán “al menos 500 camas”, aunque los servicios privados han tomado a los pacientes más precarios o muy enfermos. Hay 60 centros para tratar a los enfermos del virus en la región.
La región de la Isla de Francia puede mantener en reanimación entre 1.300 y 1.500 pacientes con Covid. Para Gilles Pialoux, jefe del servicio de enfermería infecciosas del prestigioso hospital Tenon, “lo peor está por venir” en la Isla de Francia.
Desde el hospital Avicenne en Bobigny, en las puertas de París, el profesor Fréderic Adnet, jefe de su servicio de urgencias, advierte que “el hospital está completo y que los hospitales vecinos buscan en otros hospitales para sus enfermos”.
A todos les inquieta la falta de personal. Al menos se han inscripto 6.200 voluntarios, 1.800 enfermeros, 1.000 ayudantes, 1.000 médicos, 180 ambulancieros. La movilización es total pero requiere desesperadamente recursos humanos para poder reemplazar a los que se enferman o contagian. ■