Arman un comité con intendentes y piqueteros para contener la crisis en el Conurbano
Lo armó el Ministerio de Desarrollo Social nacional. Es para coordinar el reparto de alimentos en plena cuarentena. Hay intendentes del PJ y representantes de sectores religiosos.
El Ministerio de Desarrollo Social sumó a los intendentes peronistas del Gran Buenos Aires y a los jefes piqueteros para organizar la distribución de alimentos en el Conurbano. Allí esperan el impacto más duro de la pandemia para los próximos días. Y temen que haya estallidos sociales.
El coronavirus no es la principal urgencia de millones de habitantes de las zonas más castigadas del área metropolitana, donde se concentra el 70 % de los infectados . “Lo más importante es que llegue la comida”, se sinceran en Ejecutivo nacional, la Provincia y los municipios.
Con ese enfoque, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, puso en marcha el viernes al comité de emergencia social. Encabezó una reunión con su par bonaerense, Fernanda Raverta, cinco intendentes del Conurbano, referentes de las organizaciones y de distintas religiones. Cada municipio deberá replicar la experiencia a nivel local. La novedad es la incorporación efectiva de las organizaciones a las estrategias oficiales de contención en los municipios.
“Antes de la cuarentena, la ayuda social funcionaba de manera desorganizada, sobre todo con las organizaciones y en los distritos como La Matanza y en el sur del Conurbano. Necesitamos concentrar todo en el comité de emergencia, para haya más alimentos en función de la demanda”, señaló jefe comunal que participó ron en el encuentro.
Entre los intendentes se contaron Mariano Cascallares ( Almirante Brown), Fernando Gray ( Esteban Echeverría), Gustavo Menéndez (Merlo) y Juan Zabaleta (Hurlingham); todos pertenecientes al oficialismo. Durante el encuentro se confirmó que el Gobierno destinará $300 millones a los municipios para que asistan a comedores comunitarios de toda la Provincia; que se sumarán a las transferencias de entre $ 8 y $ 15 millones que se destinarán a la compra de alimentos e insumos críticos en el Gran Buenos Aires.
En el Gobierno reconocen que -por la caída de la actividad económica, se sumarán trabajadores -desde carpinteros a taxistas- a la red de comedores. En Hurlingham, desde que inició la cuarentena hubo un 30% más de pedidos de alimentos. En otros distritos la situación es peor.
Los movimientos sociales convocados también son una de las patas del Frente de Todos. Estuvieron el diputado Juan Carlos Alderete, referente de la Corriente Clasista y Combativa, quien planteó replicar el mismo modelo en todo el país; Emilio Pérsico, del Movimiento Evita; y Daniel Menéndez, de Barrios de Pie, quienes ostentan cargos de secretario y subsecretario en Desarrollo Social.
“Estamos haciendo un relevamiento que ahora va a ser institucional para saber cuántos mayores de 60 y embarazadas hay en las villas y asentamientos”, confirmó Alderete.
No fueron invitados a participar los referentes de las organizaciones más pequeñas y “duras” ligadas a la izquierda. “Hacen lo mismo que (Carolina) Stanley, lamentablemente los municipios ni la Provincia no nos están convocando”, se quejó Eduardo Belliboni, del Polo Obrero.
El trabajo de las organizaciones será fundamental en los barrios donde hay más hacinamiento. “El aislamiento no es igual para alguien que vive en un departamento que para alguien que está hacinado”, reconoce Arroyo. Los movimientos sociales también aceptaron la participación de las Fuerzas Armadas en tareas logísticas, una medida que generaba especulaciones.
También se habló sobre la preocupación que generó el colapso del sitio de la ANSeS y de los cajeros para cobrar los beneficios ya anunciados. "La idea es que para evitar aglomeraciones y superponer esfuerzos se gestione todo a través de los distintos comités", explicaron cerca del ministro.
Con el banco de herramientas para cooperativas y trabajadores informales, que anunció el Ejecutivo, pretenden que trabajen en los barrios donde viven. La medida pretende que no se derrumben los ingresos y que se evite la propagación del virus.
Por la Iglesia Católica estuvo el titular de Cáritas, Carlos Tissera, y por los evangelistas, Bernardo Affranchino, de la congregación de Cristo para Todos (Adrogué). ■