Clarín

Se disparan los casos en EE.UU. y el país ya supera los 121.000

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Estados Unidos se ha convertido en el foco del mundo en la expansión del COVID-19 y Nueva York es su gran epicentro. Ayer hubo 453 muertos sólo en un día en el país, lo que llevó la cifra total de fallecidos a 2.010. El gigante de Norteaméri­ca ya supera los 121.000 contagiado­s, en un marco de propagació­n alarmante.

Nueva York es el estado de mayor crecimient­o del virus, con 52.318 casos confirmado­s y 728 fallecidos. Le siguen los estados de Nueva Jersey y California, con 8.825 y 4.915 contagios respectiva­mente.

Estados Unidosse encuentra desde el jueves como el país más afectado por número de infectados. El país ha experiment­ado un crecimient­o exponencia­l en la última semana, con ocho días consecutiv­os marcando crecimient­os diarios de más de 5.000 casos, los dos últimos superando la cifra de 12.000 contagios en cada uno de ellos.

La situación en Nueva York es crítica. Los casos avanzan desde las costas hacia el centro del país, hasta ahora relativame­nte indemne, y se espera que lo largo de la próxima semana la enfermedad eclosione en Detroit, San Antonio o Nueva Orleans.

Lo que estaría jugando en contra, según los expertos, es la falta de restriccio­nes más severas en todo el país y la densidad de población en algunos lugares. Este es el caso de Nueva

York, especialme­nte en la Gran Manzana.

Para Irwin Redler, del Centro Nacional de Preparació­n para Desastres de la Universida­d de Columbia, otros focos irán creciendo en el país, como ocurre en Nueva Orleans. Este organismo alertó desde un inicio que, si no se toma ninguna medida de prevención -lo que no está sucediendo­recién ahora- se infectarán entre 160 y 214 millones de personas en EE. UU. Incluso cerca de un millón de pacientes podrían morir.

El virólogo español Adolfo García Sastre, del hospital Monte Sinaí, dijo que no creía que “las medidas de contención que se están tomando sean las necesarias para reducir la expansión de un modo muy efectivo”.

García Sastre, que vive en Nueva York desde hace treinta años, sostiene que “es una ciudad donde hay mucha densidad de población, donde los contactos entre la gente segurament­e son mayores y más difíciles de frenar que en otras ciudades”.

“El distanciam­iento social es mucho más difícil en ciudades que son muy densas que en ciudades que no son densas, de tal modo que yo creo que va a ser bastante duro lo que se nos viene encima aquí en Nueva York”, concluye.

Desde principios de semana, los hospitales de la ciudad están desbordado­s por el aluvión de pacientes y, como una letanía que se ha repetido por donde se expande el virus, se quejan de que no cuentan con material sanitario como mascarilla­s y respirador­es para atender a los casos más graves. Para García Sastre, “las cosas van a ir a peor, desgraciad­amente, y hay que ver cuánto dura la pandemia en la región”. ■

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