Compartir respiradores, una medida desesperada para salvar a los pacientes
Nueva York. Es donde se está prácticando colocar hasta cuatro personas en el mismo equipo. Dudas entre los científicos.
Un hospital en Nueva York comenzó a tratar a dos pacientes en lugar de uno con respiradores, una medida desesperada que podría aliviar la escasez de estas máquinas y ayudar a responder la creciente llegada de más contagiados.
El Hospital Nueva York-Presbiteriano comenzó esta semana con esta idea, dijo la médica Laureen Hill, jefa de operaciones del sistema del Centro Médico Irving de la Universidad Presbiteriana/Columbia. Han desarrollado protocolos para la maniobra y rápidamente la están mejorando, y a la vez, comparten sus métodos con los gobiernos federales y estaduales y otros hospitales.
Esta práctica había sido explorada por pocos científicos y se usó dos veces en situaciones de crisis: luego del tiroteo de 2017 en Las Vegas, y luego por un médico de emergencias, Marco Garrone, para pacientes con coronavirus en Italia.
El gobernador de Nueva York Andrew Cuomo dijo el jueves que el estado aprobó el método, que también está en estudio por parte de los funcionarios federales. Y esta semana, la Administración de Alimentos y Medicamentos otorgó el uso de emergencia a un dispositivo denominado VESper, que adapta un respirador para uso en cuatro pacientes.
La medida en Nueva York refleja la intensa necesidad en el mundo de hacer que los respiradores sirvan no sólo para los pacientes más enfermos de COVID-19. El 14 de marzo, Charlene Babcock, médica de emergencias en el Ascension St. John Hospital en Detroit, publicó un video que muestra cómo modificar un respirador, para que cuatro personas, en lugar de una, lo use.
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En general, cuando los pacientes son ventilados mecánicamente, se coloca un tubo flexible en la tráquea y una bomba calibrada con precisión envía aire rico en oxígeno a los pulmones. En el video, Babcock usa un tubo en T y tres adaptadores para dividir dos válvulas en cuatro puertos y sugiere posicionar a los pacientes con la cabeza alrededor de la máquina.
Babcock y su colega,Greg Nyman, habían publicado un estudio de esta solución en 2006, aunque lo probaron en cuatro pulmones simuladores, no en pacientes.
“Aquí está mi descargo: este es un uso no registrado para un respirador”, dice en el video. “Si fuera yo, y tuviera cuatro pacientes, y los cuatro necesitaran intubado, y solamente tuviera un respirador, simplemente haría una reunión compartida con las cuatro familias y les diría: ‘Podría elegir a uno para que siga viviendo, o podemos intentar salvar a las cuatro vidas’”.
El Nueva York-Presbiteriano utiliza la práctica de compartir respiradores solo para dos pacientes a la vez.
Beitler hizo hincapié en que cada enfermo, aun así, recibe la misma cantidad de oxígeno y nivel de cuidado que anteriormente cuando no se estaba en esta emergencia y estos protocolos. Agregó, sin embargo, que el hecho de compartir no duplica inmediatamente el acceso a los respiradores, porque muchos pacientes necesitarán uno propio.
El hospital todavía no se quedó sin respiradores, aunque Beitler dijo que era mejor intentar la técnica ahora que “cuando no tengamos absolutamente ninguna otra opción”. Principalmente, cree que la técnica no aumentará las necesidades de personal.
Los funcionarios están desesperados por los respiradores porque esperan que la necesidad supere a las existencias en las próximas semanas.
Incluso después de un envío de 4.000 del gobierno federal de máquinas complejas y otros esfuerzos de emergencia, ese estado espera una escasez de miles. “Nuestro desafío más grande son los respiradores”, escribió Cuomo en Twitter el miércoles. “Necesitamos 30.000 respiradores. Tenemos 11.000”.
Con aproximadamente 175.000 de estas máquinas cruciales en hospitales y entre las existencias federales, otros estados también están amenazados por la escasez. Los pacientes con coronavirus a menudo necesitan permanecer con esta clase de asistencia durante días o semanas.
El tema de dividir el uso de las máquina es “altamente controvertido” entre los especialistas en enfermedades respiratorias, dijo Josh Farkas, profesor adjunto de medicina pulmonary cuidados críticos en la Universidad de Vermont.
“Mientras que esta es una técnica que potencialmente podría funcionar por unas horas, existen algunos obstáculos significativos”, dijoMeiLan Han, neumonóloga en el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan y vocera de la Asociación Americana del Pulmón.
Entre las preocupaciones están la incapacidad para monitorear el efecto en cada individuo; el potencial de contaminación cruzada de patógenos infecciosos; y la posibilidad de que en lugar de que una persona reciba tratamiento para salvar su vida, muchos pacientes tengan un tratamiento peligrosamente mediocre.
“Cuando ventilamos un paciente, hay dos cosas que intentamos controlar: presión y volumen”, comentó Han. “Y para que esto funcione, cada paciente tendría que estar bien con el mismo cuadro”. Si bien no hablaba específicamente acerca del método del Nueva York-Presbiteriano, observó que los pacientes tienden a tener necesidades únicas y dinámicas.
“Si tienes un conjunto de pulmones que están todos en buena forma, ese conjunto va a respirar muy bien”, dijo. “Pero si tenemos otro grupo de pulmones que realmente tienen una neumonía realmente densa, causada por Covid, ese grupo de pulmones no puede hacer nada. No hay manera de regular eso”.
Hubo tres estudios de seguimiento para el método de Babcock. Un estudio de 2008 de cuatro ovejas que mantuvo a los animales respirando durante 12 horas. En un estudio pequeño de 2009, dos voluntarios sanos, despiertos, compartieron un respirador dividido durante 10 minutos. Y un estudio de 2012, sobre pulmones de prueba concluyó que los hallazgos “no pueden respaldar el uso de este concepto para insuficiencia respiratoria en gran número de pacientes”.
“No hay manera de monitoreara a los pacientes individuales sin algún monitoreo invasivo o monitores adicionales para cada paciente”, dijo Richard Branson, coautor del estudio de 2012, neumonólogo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati editor jefe de la publicación Respiratory Care.
La falta de evidencia es lo que alarma a Branson. “Creo que eI momento de probar un tratamiento no probado y no utilizado previamente en humano no es en medio de la pandemia”, afirmó.
Pero la pandemia está forzando y traspasando las reglas normales.
Uno de los autores del estudio en ovejas de 2008 es el Dr. Lorenzo Paladino, profesor adjunto en la Universidad de Ciencias de la Salud Downstate SUNYen Brooklyn. Él y varios colegas mantuvieron a cuatro ovejas adultas vivas en un único respirador durante 12 horas.
El martes, mientras cuidaba a pacientes con COVID-19 en el Kings County Hospital, recibió una llamada para invitarlo a Washington, a debatir su investigación con funcionarios federales.
El miércoles, se reunió con funcionarios federales en la sede central de FEMA para explorar la posibilidad de establecer protocolos para colocar a varios pacientes en un respirador, dijo en una entrevista ese día, por la noche.
“Pasamos el día escribiendo protocolos para los médicos explicando cómo usar esto”, dijo Paladino. La idea era que el gobierno federal pudiera emitir pautas para los médicos y hospitales en todo el país. Él reconoció que hubo riesgos.
“Nadie cree que sea la mejor manera de ventilar a una persona; esto es para un escenario sombrío cuando nos quedamos sin respiradores”, dijo Paladino. “No es lo óptimo, pero la otra opción es la muerte”. ■
“Podría elegir a uno para que siga viviendo, o podemos intentar salvar a las cuatro vidas”