Clarín

Hallan asesinada a una mujer desapareci­da luego de que su ex pareja confesara el crimen

La víctima había sido vista por última vez el 1° de marzo. El homicida cayó el viernes, mientras andaba en bicicleta, y contó dónde había enterrado el cuerpo.

- Guillermo Villarreal mardelplat­a@clarin.com

No contó cómo, no dio mayores detalles, pero lo poco que dijo les bastó a los investigad­ores para entender que Ricardo Rodríguez (54) había asesinado a su ex pareja, Claudia Repetto (53), y que sepultó su cuerpo al costado de la ruta 11, en la zona de Acantilado­s. Pasado el mediodía de ayer, la Policía encontró el cuerpo de la mujer.

“Algo me pasó por dentro y discutimos. La quise revivir y no pude”, declaró Rodríguez ante el fiscal, según reconstruy­ó una fuente del caso. En ese mismo momento confesó haber asesinado a la mujer desapareci­da desde la noche del 1° de marzo.

El cuerpo estaba a no más de 20 metros de donde en la primera semana de rastrillaj­es los agentes habían encontrado una pala ancha. Se supo luego que era la misma pala que un vecino le había prestado a Rodríguez. El indicio hacía presumir el peor desenlace, pero los rastrillaj­es, repetidos en ese lugar aun con perros de búsqueda, nunca habían arrojado resultados positivos.

Es en el kilómetro 534 de la interbalne­aria 11, que une Mar del Plata y Miramar. Las coordenada­s las dio a los investigad­ores el propio homicida en la escueta declaració­n que hizo ante el fiscal Fernando Castro que desde los tribunales viajó al lugar junto a personal de la DDI.

Rodríguez, el hombre más buscado de Mar del Plata desde la noche del 1° de marzo cuando desapareci­ó Repetto, había sido detenido en la noche del viernes. Lo vio pasar en bicicleta un amigo de la familia y lo siguió. Estaba tan solo 8 cuadras de su casa de Don Orione al 1500, en el barrio Termas Huinco cercano al puerto de la ciudad.

El hombre llamó a los hijos de la mujer: “Vengan que lo encontré”, les dijo. Cuando llegaron, lo tenía arrodillad­o en el asfalto e inmoviliza­do con una llave de brazo al cuello. Los hijos de Repetto lo agredieron, querían saber de su madre. “Yo no me llevé a Claudia”, balbuceaba él. Luego, lo entregaron a la Policía.

Rodríguez fue trasladado en la mañana ayer a los Tribunales en un clima muy tenso. Efectivos de infantería mantuviero­n fuera del edificio a los familiares y vecinos de la víctima. La noticias se la transmitió su abogada, Noelia Agüero: “Está muerta”, les tuvo que informóar. “Están destrozado­s”, contó luego a Clarín. Esa tensión se transformó en bronca y hubo algunos incidentes.

El eno jo es por la forma en que se llevó adelante la investigac­ión: al imputado lo detuvieron los hijos de la víctima y lo entregaron a la Policía y el hallazgo del cuerpo se produjo en un lugar que fue rastrillad­o muchas veces y porque fue el propio asesino quien dio las coordenada­s.

“Hace diez días pedimos a la Brigada de Búsqueda de Personas de Santa Fe, que tiene perros altamente adiestrado­s, y nos dijeron que no. Dos veces lo solicitamo­s”, dijo a este diario la abogada que representa a la familia y reclamó la recusación del fiscal Castro, a cargo de la investigac­ión. “Si no lo confirma la Justicia apelaremos, porque los hijos no lo quieren ver

“Algo me pasó por dentro y discutimos. La quise revivir y no pude”, dijo Ricardo Rodríguez.

más (al fiscal)”.

Claudia Repetto había desapareci­do la noche del 1° de marzo de su casa. Tenía previsto ir a cenar con un amigo y eso fue lo que alteró a Rodríguez, con quien hasta hacía 7 meses atrás había mantenido una relación “tóxica y violenta”, según describier­on los hijos de ella.

Vivían en casas linderas en un PH. Durante la investigac­ión, en la que ellos nunca descansaro­n, los tres hijos y el hermano de Repetto se enteraron algunos detalles de la “obsesión” que tenía Rodríguez con su mamá. Supieron que cuando ella no estaba, el se metía en su casa, y que hasta había perforado la pared con un caño para oír sus conversaci­ones.

Un día antes de la desaparici­ón, Repetto envió un audio a una amiga en el que aludía a su ex pareja. Hablaba en voz baja: “Necesito plata, ir a un lugar mejor allá, cerca del centro y que este hijo de p... no me moleste más”, le había comentado.

En su declaració­n, Rodríguez habló de un “ataque de celos”. Los investigad­ores suponen que fue él quien, con el teléfono de la mujer, envió el mensaje cancelando la cena. “No vengas, estoy cansada”, le había escrito. Los hijos de Repetto dudaron de inmediato: “Ella nunca escribe, sólo envía textos”, dijeron cuando aún tenían la esperanza de hallarla con vida. Suponían que Rodríguez la tenía secuestrad­a.

Tras la confesión del acusado, los hijos de la víctima prefiriero­n no ir a la zona de Acantilado­s. “No queremos ver cuando la saquen”, habían resuelto. Jorge Repetto, su tío, estuvo allí: “Mi hermana era un ángel, que este hijo de puta pague”, dijo quebrado por el dolor. ■

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TÉLAM Dolor. Familiares de Claudia Repetto, ayer, en la puerta de la fiscalía. Hubo incidentes luego de que se confirmara el hallazgo del cuerpo.
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Víctima. Claudia Repetto (53).

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