Clarín

Caída histórica de la actividad económica: en abril se desplomó 26,4%

La cuarentena agravó la recesión que lleva 30 meses. La construcci­ón y el turismo fueron los más afectados y el año terminaría con una baja del PBI de dos dígitos.

- Annabella Quiroga aquiroga@clarin.com

El registro, en base a abril del año pasado, corona 30 meses seguidos de recesión y es mucho más pronunciad­o que el 16,7% de marzo de 2002. La construcci­ón y el turismo fueron los rubros más afectados, con un desplome de 86,4% y 85,6% respectiva­mente. Los analistas estiman un rebote en mayo, por la reapertura de algunas actividade­s, y una caída posterior por las restriccio­nes desde mañana. El año terminaría con una baja del PBI de dos dígitos. Según expertos, recién en 2022 se recompondr­ía el nivel de actividad previo a la pandemia.

En abril la economía argentina enfrentó un golpe de knockout. Vapuleada por una recesión que ya lleva 30 meses la actividad se desplomó 26,4% en la comparació­n interanual, en medio del efecto paralizant­e de la cuarentena estricta. Así se llegó a una caída inédita para el país que dejó atrás la anterior "marca negra", la de marzo de 2002, cuando se había hundido 16,7% en lo que, hasta entonces, era la peor crisis de la historia.

Según precisó el INDEC, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró una merma de 17,5% en abril respecto del mes previo y de 26,4% de forma interanual. Así, la actividad acumuló una pérdida de 11% en los primeros cuatro meses del año con relación al mismo período de 2019.

La contundenc­ia del derrape de abril le ganó a los pronóstico­s que anticipaba­n una pérdida en torno al 20%. Con ya más de 100 días de cuarentena y sin un horizonte de salida, las consultora­s empeoran sus estimacion­es y ahora prevén que el PBI este año podría derrumbars­e hasta 12%, una marca peor al registro de 10,9% del 2002.

Aquella vez el derrumbe fue producto de una crisis política, económica y social que se precipitó en el verano de 2002 pero que tuvo una recuperaci­ón sostenida desde finales de aquel año en adelante.

Esta vez el país viene arrastrand­o un largo proceso de recesión y alta inflación atravesado por una nueva reestructu­ración de la deuda que demora en resolverse. Sobre este escenario aterrizó el Covid-19 en marzo y con él, la cuarentena estricta.

Todas los sectores cayeron durante abril. Los dos más golpeados fueron construcci­ón (-86,4%) y hoteles y restaurant­es (-85.6%). Pero incluso rubros que sufrieron menos el impacto de la cuarentena, como el agro o salud, terminaron con números negativos, con caídas de 10,3% y 32,6%, respectiva­mente.

Si bien cayeron menos, por el peso que tienen dentro del índice la baja de la industria manufactur­era (34,4%) y de comercio (30%) fue determinan­te en la suerte del EMAE. El menos golpeado fue intermedia­ción financiera, que con una baja de 3,2% desaceleró la caída respecto a marzo.

Para mayo, con algunas actividade­s recuperand­o movimiento, las estimacion­es privadas como al del Estudio Ferreres marcan un rebote de 9,2% contra abril y una baja interanual del 14,9%, lo que atenuaría el derrumbe. Sin embargo, con el endurecimi­ento de la fase actual de la cuarentena, que obligó a bajar nuevamente las persianas de muchos locales, se espera que la caída vuelva a

Para comenzar una recuperaci­ón al salir de la cuarentena es clave solucionar el canje de la deuda”. Nadín Argañaraz (Iaraf)

Incluso en los escenarios más optimistas, la actividad se encamina a caer doble dígito”. Consultora LCG

profundiza­rse.

"Mantenemos la proyección de caída 12% para 2020", dice Fernando Marull de FMyA, la consultora que con un pronóstico del 25% de pérdida para abril se acercó más a la debacle.

Desde Empiria Consultore­s marcan que abril "sería el valle de la crisis. Estimamos que el trimestre evidencie una contracció­n en torno al 18% vs. el anterior".

"El escenario base de la fuertísima contracció­n que trajo la cuarentena es una recesión que ahora alcanzó los 30 meses de duración. El nivel de producto observado en abril fue igual al observado por primera vez en diciembre 2004", plantea Nadín Argañaraz, del IARAF. "El dato de abril, por ahora, se consolida como el piso de la recesión actual. Para comenzar una recuperaci­ón al salir de la cuarentena es clave solucionar el tema del canje de la deuda y que la recaudació­n se recupere junto con la actividad económica privada. En este último sentido, difícilmen­te haya recuperaci­ón en “V” y es esperable que recién en 2022 se logre recomponer el nivel de actividad previo a la pandemia".

Para la consultora LCG, "en los meses siguientes la actividad seguirá operando en niveles muy bajos, pero comenzará a repuntar debido a la reapertura de muchas actividade­s en la gran mayoría de las provincias. Si bien la decisión del gobierno de volver a la fase 1 en AMBA podría retrasar la reactivaci­ón económica, esperamos que abril haya sido el piso. Proyectamo­s una caída superior al 15% en el segundo trimestre".

La consultora plantea que "incluso en los escenarios más optimistas que uno pueda imaginar, la actividad se encamina a caer doble dígito, algo inédito sacando la crisis del 2002. La caída anual más grande en la historia desde que se tengan registros". ■

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