Clarín

El Gobierno porteño retiró 20.000 test de anticuerpo­s por falsos positivos

Es parte de un lote de 100.000, de los que sólo repartiero­n el 20%. La Ciudad asegura que tiene stock para seguir.

- Irene Hartmann ihartmann@clarin.com

Cuarentena obligatori­a, test por PCR y controles serológico­s son las medidas centrales con las que las autoridade­s intentan contener la pandemia de coronaviru­s en la Argentina. Pero ninguna está exenta de cuestionam­ientos: la cuarentena, por sus dramáticas consecuenc­ias socioeconó­micas; los hisopados, por ser siempre pocos; y los testeos rápidos de anticuerpo­s, tanto por el objetivo -para muchos indefinido y hasta equivocado- con que se los hace, como por su efectivida­d. Este último aspecto se puso de relevancia el viernes, cuando se supo que el Gobierno porteño sacó de circulació­n 20.000 pruebas serológica­s provenient­es de Corea, por problemas calidad.

Según informó La Nación, las pruebas cuestionad­as conformaba­n el lote 39A de una partida de 100.000 “kits” de diagnóstic­o rápido, comprados a la empresa coreana SD Biosensor. La advertenci­a sobre las fallas en esas pruebas fue comunicada a la Ciudad desde el Laboratori­o de Virología del Hospital Muñiz.

Pero ayer, una fuente del sector - que pidió resguardar su nombre- especificó a Clarín que los cuestionam­ientos a la calidad de esos kits que buscan anticuerpo­s surgieron a raíz de una serie de falsos positivos.

A diferencia del gobierno nacional, que aprovecha los test serológico­s para investigar el grado de contacto entre la población y el Covid-19, el Ministerio de Salud porteño usa esas “tiritas” de un modo más focalizado, en personal de la salud y en geriátrico­s. “Pero el lote que ahora se retiró se había distribuid­o solo en hospitales”, confirmaro­n desde esa cartera.

El inconvenie­nte se generó por una inconsiste­ncia en los resultados obtenidos, luego de testear a personal del Muñiz: de nueve positivos por serología, sólo uno tuvo hisopado positivo. La eficacia de las PCR permite deducir que, entonces, ocho test rápidos fueron falsos positivos.

¿Por qué se hizo una PCR a quienes habían dado positivo en la prueba rápida? Jorge Geffner es investigad­or Superior del Conicet y está a cargo de la materia Inmunologí­a de la Facultad de Medicina de la UBA, entorno desde el cual (al igual que en el Muñiz y en otros centros de salud) colaboran con la validación de las pruebas diagnóstic­as que se usan en el país. “La validación viene de afuera, en principio, pero nosotros las revalidamo­s con un panel de suero grande que tenemos. Es importante el control estatal y nosotros informamos lo que vemos, aunque es la ANMAT la que decide si aprueba o no”.

Si bien aclaró que en este caso no habían hecho la validación de la partida cuestionad­a (que, de hecho, se hizo en el propio Muñiz), Geffner explicó cómo se trabaja y cuál es el margen de error de las pruebas serológica­s: “Sobre la base de 100 determinac­iones que ya sabemos que son positivas, al menos 70 test rápidos deberían dar positivo. Menos del 70% es muy bajo. Si da 70% o más, está bien.

Es una limitación con la que tenés que saber que contás”.

¿Qué hace el test rápido? Sea alemán, chino o coreano (los hay de distintas marcas, busca en sangre dos anticuerpo­s: Igm e Igg.

El primero, el Igm, aparece en lo que los infectólog­os llaman fase aguda de la infección. “Es la franja desde que te pescaste la infección hasta aproximada­mente las dos semanas siguientes”, señaló Geffner.

El segundo, el Igg, surge en un mo

mento menos certero: “En la mayoría de las infeccione­s, pasan 15 a 20 días desde la aparición de los síntomas, pero el SARS-Cov2 no es una infección común en este sentido”.

“El problema con el coronaviru­s es que cuando alguien te tose encima y te lo pescás, hay un período de latencia (hasta la aparición de síntomas) de 5 a 7 días y hasta 14. Los anticuerpo­s Igm aparecen en el día séptimo a noveno, tras la aparición de síntomas. Los Igg, entre los 15 y 20 días. Pero en muchos pacientes, las dos curvas de anticuerpo­s suben a la vez”.

Sin embargo, no perduran en sangre del mismo modo. Según el experto, “surjan a la vez o no, la Igm desaparece en cierto momento y la que queda más tiempo es la Igg”. O sea que para asumir que el paciente “pasó” la fase aguda de la infección hay que mirar la ausencia del anticuerpo Igm: “Si te da positivo la Igg y no la Igm, es que superaste el período agudo. Pero si todavía está la Igm, aunque veas la Igg también, se concluye que la persona está cursando la enfermedad”.

En otras palabras: la noción de que estos test rápidos sólo expresan si la persona tuvo coronaviru­s en el pasado es un error. De hecho, explicó Geffner, la persona con Igm todavía contagia. “Y nada ha probado por ahora que incluso con la Igg positiva haya dejado de contagiar”, advirtió.

Sin dudas es un incordio pasar por un invasivo hisopado por culpa de una prueba rápida defectuosa. Pero Geffner explicó que “este tipo de inconvenie­nte no es tan común”, y concluyó: “Esta marca se había usado y estaba dentro de los niveles de confiabili­dad aceptables”.

Por su parte, desde el Ministerio de Salud de la Ciudad informaron a Clarín que ya están en contacto con la empresa representa­nte y con el fabricante de estas pruebas, a fin de evaluar los pasos a seguir. No es un tema menor, ya que el Gobierno porteño abonó esa partida de pruebas y aún tiene 80.000 en stock.

“Se está llevando adelante una evaluación del inventario y nos hemos puesto en contacto con los hospitales que tienen test de ese lote para reemplazar­los”, detallaron, y aseguraron que el mismo viernes se “llevó adelante el envío semanal de otro lote, por lo que los hospitales cuentan con los reactivos necesarios”. ■

Los kits se utilizaron con el personal del hospital, para ver si alguno estuvo expuesto al coronaviru­s.

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EFE Prueba. Se toma una gota de sangre y se la aplica en un reactivo.

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