Impulsan a los bancos a “ayudar” con las colocaciones de títulos en pesos
La idea hace rato que merodea pero parece haberle llegado el momento. Aunque las ácidas negociaciones con los acreedores se dilatan, la misión está trazada: la famosa “reconstrucción de la curva en pesos” de la Argentina. Y para eso, Miguel Pesce (BCRA) y Martín Guzmán (Economía) tienen un blanco en la mira: los bancos. Es un giro sutil de la normativa, que no logró de todos modos evitar que se alzaran voces en contra. Es que el sistema tiene una larga tradición con la sobre-exposición a títulos públicos.
Carteras inundadas de riesgo soberano estuvieron detrás del precipicio del 2001. Y siempre que vaya más allá de lo prudente, tiende a dejar más vulnerables a las entidades al afectar su solvencia.
Sin alterar el tope al financiamiento al sector público, la nueva regla propone que toda deuda que se tome no será contemplada en relación a ese umbral siempre y cuando los fondos provengan de vencimientos de otros títulos que hayan ocurrido como máximo tres días hábiles antes.
De todos modos en la City dicen que los bancos hoy estaban lejos de ese tope y tendrían margen para incrementar tenencias sin transgresiones.
“Además de los altos niveles de dolarización de los préstamos y depósitos de los bancos, una debilidad clave que afectó al sistema bancario argentino durante la última gran crisis bancaria en 2001-02 fue su alta exposición al sector público, tanto en lo que respecta a la tenencia de bonos soberanos como a los préstamos concedidos al gobierno”, recordó hace poco Moody’s.
La nueva apuesta no anula, igual, la necesidad de seguir emitiendo. Agotados los $ 312.000 millones que autoriza como máximo la Carta Orgánica del Banco Central en préstamos conocidos como “adelantos transitorios”, ya se transfirieron utilidades por casi $ 1 billón desde marzo, el inicio de la pandemia.
Y se estima que queda otro tanto para ayudar a cerrar cuentas públicas. Aún así, la ayuda de los bancos, hoy hiper líquidos, es bienvenida. ■