La Corte de EE.UU. falla a favor de grupos abortistas y complica la agenda de Trump
Revocó una ley de Louisiana que imponía restricciones a clínicas que practican el aborto. Es otra decisión del Tribunal que golpea al presidente en plena campaña.
La Corte Suprema de justicia de Estados Unidos otorgó ayer una victoria clave a los defensores del derecho a abortar y aplicó un revés al presidente Donald Trump porque fue la primera decisión del máximo tribunal sobre este controvertido tema desde que el magnate nombró a dos jueces conservadores antiabortistas.
Es otro golpe a la Casa Blanca aplicado por el máximo tribunal estadounidense, tras el fallo que brindó protección contra la discriminación a los trabajadores transgénero y la decisión a favor de los “Dreamers”, un grupo de jóvenes migrantes llegados a Estados Unidos acompañando a sus padres mientras eran menores de edad.
Por cinco votos a favor y cuatro en contra, el Supremo declaró inconstitucional una ley estatal que habría limitado al máximo el acceso al aborto en Louisiana y provocado el cierre de dos de las tres clínicas donde se practican abortos que todavía sobreviven en ese Estado, que tiene el marco legal más restrictivo de EE.UU. sobre el tema.
“La decisión de hoy es una victoria importante”, dijo a Clarín Herminia Palacio, presidenta del Instituto de Investigación de Salud Reproductiva Guttmacher. “Nos sentimos aliviados de que la Corte Suprema haya seguido los hechos y los precedentes para anular la ley antiaborto dañina del estado de Louisiana”, agregó.
Sin embargo, la experta dijo que hay que seguir alerta sobre el tema en la justicia. “Incluso con la decisión de hoy, no tenemos la ilusión de que el futuro de los derechos al aborto en este país sea seguro. Hay una campaña coordinada de décadas que utilizará cualquier pretexto para tratar de restringir la existencia del aborto legal, como acabamos de ver en una docena de estados que intentaron prohibir el aborto al amparo de la pandemia COVID-19”.
Si bien el aborto es legal en todo el país desde el fallo Roe vs Wade de 1973, la ley de Louisiana era una de las más de 450 medidas aprobadas en la última década por estados con población más religiosa y conservadora para restringir el acceso al aborto, y que van desde vetos al procedimiento a partir de las seis u ocho semanas de embarazo hasta medidas más sutiles, como acumular regulaciones para imposibilitar el trabajo de las clínicas.
Esta campaña conservadora, alentada sobre todo por cristianos evangélicos blancos y sectores trumpistas de la “America Profunda”, busca convencer al Tribunal Supremo de derogar la ley de 1973 y así dejar en manos de los Estados la posibilidad de prohibir por completo el aborto. Esta batalla sucede a pocos meses de las elecciones de noviembre, cuando Trump marcha atrás en las encuestas y busca desesperadamente retener a sus votantes conservadores y religiosos, que resultaron clave para su victoria de 2016.
Había mucha expectativa sobre cómo fallaría la Corte en este caso, ya que era el primero relacionado con el aborto desde que se incorporaron al tribunal Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, dos jueces nominados por el presidente por sus posturas conservadoras, sobre todo en relación a este tema. Los dos votaron a favor de la ley, pero se quedaron en minoría porque el presidente John Roberts se sumó a los cuatro jueces progresistas.
La Casa Blanca expresó su disconformidad a través de un comunicado de la portavoz Kayleigh McEnany. “Los jueces no elegidos (del Supremo) se han entrometido en las prerrogativas soberanas de los gobiernos estatales al imponer sus propias preferencias políticas a favor del aborto para anular normas legítimas”, señaló.
Shoshanna Ehrlich, profesora de Género y Estudios Reproductivos de la University of Massachusetts, explicó a Clarín que si bien se considera a Roberts un juez antiabortista, “por otro lado, es conocido por tener un gran respeto por seguir un precedente legal, por lo que cuando votó con los cuatro jueces liberales en febrero de 2019 para impedir que la ley de Louisiana entrara en vigor mientras el litigio estaba en curso, muchos estaban esperanzados de que luego su voto siguiera en esa dirección. Afortunadamente, fue cierto.”
Sin embargo, la experta no considera que este fallo marque una posición definitiva. “Si Trump tiene la oportunidad de nombrar a otro juez, entonces seguramente habrá un cambio decisivo en la Corte hacia una mayoría antiaborto y ya no estoy segura dónde aterrizaría Roberts”. Los conservadores siguen dispuestos a la lucha. La autora de la ley de Luisiana, la senadora demócrata Katrina Jackson, admitió su “decepción” en un vídeo publicado en Twitter, pero dejó claro que seguirá “impulsando políticas” que erosionen el acceso al aborto en su Estado. ■