Otro cambio de la OMS: no descartan que el virus se transmita por el aire
Sería, sobre todo, en lugares cerrados y mal ventilados. Dicen que hay “evidencia creciente”, no definitiva.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que, aunque no hay evidencia científica definitiva como para asegurarlo, es posible que el nuevo coronavirus se transmita por el aire, en lugares cerrados, abarrotados y con poca ventilación.
Expertos del organismo dependiente de las Naciones Unidas se pronunciaron así en una rueda de prensa, después de que 239 expertos de 32 países hubieran alertado -en una carta abierta publicada en la revista Clinical Infectious Diseases de Oxfordque el nuevo coronavirus podría transmitirse por el aire, y lamentado que se esté subestimado la transmisión por esa vía en interiores. “El lavado de manos y el distanciamiento social son adecuados, pero insuficientes para dar protección ante las microgotas cargadas con virus y liberadas por personas infectadas”, expresa esa carta, cuya lista de firmas está encabezada por la de Lidia Morawska, profesora de Ingeniería Ambiental y experta en Ciencias de Aerosoles en la Universidad Tecnológica de Queensland (Australia).
A modo de respuesta, la coordinadora de Prevención y Control de Infecciones de la OMS, Benedetta Allegranzi, señaló: “Reconocemos que existe una evidencia creciente en este campo, así como en otros relacionados con este coronavirus. Por ello, tenemos que estar abiertos a estos hallazgos y entender sus implicaciones sobre la forma de transmisión del virus y las precauciones que se deben tomar”.
Allegranzi declaró que la OMS ya está trabajando con muchos de los expertos que lanzaron aquel alerta. Subrayó la necesidad de confirmar su hipótesis y de, además, saber la dosis del virus que es necesaria para contagiarse el Covid-19.
“Son campos de estudio que están creciendo y donde está surgiendo evidencia, pero que todavía no es definitiva. Es por eso que la posibilidad de que haya transmisión por el aire en espacios públicos, especialmente en condiciones específicas como lugares abarrotados, cerrados y con mala ventilación, no puede ser descartada. Pero la evidencia debe ser interpretada y apoyamos este proceso”, dijo Allegranzi.
Además, recordó que la OMS recotransmisión
mienda “una adecuada ventilación en los lugares cerrados y una distancia física y, cuando eso no es posible, se aconseja usar una mascarilla (barbijo)”.
Por su parte, María Van Kerkhove, directora técnica del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, dijo que la organización trabajó en esto durante varias semanas y que estuvo en contacto con un gran número de epidemiólogos, clínicos, ingenieros y modeladores matemáticos “para tratar de consolidar el creciente conocimiento en torno a la transmisión”. Y agregó que “en los próximos días” van a publicar un resumen científico de todas las posibilidades que están siendo estudiadas sobre la del nuevo coronavirus. “Este resumen delineará todo lo que tenemos en esta área”.
Entonces, ¿tenemos que dejar de estar en lugares cerrados donde haya otras personas, como medios de transporte, ascensores, supermercados u oficinas? Clarín le transmitió esta pregunta a Carlos Luna, expresidente y miembro de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y docente de la UBA, y respondió que no necesariamente, pero que es esencial que en los medios de transporte se mantengan las medidas de precaución conocidas, de modo estricto, particularmente el distanciamiento (al menos 1,8 metros) y el uso de barbijo (cubriendo nariz y boca). “Si el ascensor tiene más de dos personas, esperar el siguiente; y observar, en el medio de transporte, la distancia y ventilación; y en ambas situaciones usar correctamente el tapaboca”, recalcó Luna.
“Siempre supimos que es una posibilidad -la transmisión aérea del nuevo coronavirus-, seguramente algo menos frecuente y sobre todo diluida en los ambientes exteriores”, dice Luna. Y completa: “Quienes mantengan siempre las cuatro simples medidas de prevención (distanciamiento, barbijo, lavado de manos y evitar lugares cerrados aún cuando haya distanciamiento) estarán siempre a cubierto. Obviamente, aquellos que tengan contacto inevitable con enfermos (personal de salud y otro personal esencial) deberán extremar algunas de estas medidas usando, cuando esté indicado, equipos de protección personal enfocados en todas las probables vías de contagio”.
Consultada por este diario, la neumonóloga Gabriela Tabaj, coordinadora del Consultorio de Enfermedades Intersticiales del Hospital A. Cetrángolo, explica que cuando una persona expulsa gotas respiratorias infectadas, el alcance de estas va a estar determinado en primer medida por el tamaño de las gotas y los patrones de flujo de aire que gobiernan las rutas de su movimiento.
La tos y los estornudos generalmente constituyen una nube turbulenta de gas flotante con gotas de varios tamaños. Las más grandes siguen una trayectoria independientemente del flujo en la fase gaseosa, mientras que los aerosoles son flotantes en un grado variable dentro de la nube de gas.
Existe una noción aceptada de una zona de exclusión segura de dos metros para evitar la posible transmisión de gotitas de una persona infectada a otra susceptible. Sin embargo, no hay estudios exhaustivos para apoyar esa distancia, señala Tabaj.
En línea con lo señalado por Luna, recomienda reforzar acciones sobre las que hay certezas de que generan impacto. Asegurar una buena ventilación de los ambientes. Y optimizar los cuidados en los espacios de riesgo, como los centros de salud, las unidades de internación y de cuidados críticos.
Además, la fuente agrega que el riesgo de transmisión por aerosoles “es virtualmente nulo al aire libre”.
Pero señala que “esto no es así en espacios no ventilados o, peor aún, en los ambientes donde se recircula el aire, como los aviones”. ■