Apartan a la Bonaerense de la búsqueda de un joven desaparecido
Además, ordenaron allanar una comisaría. La familia apunta contra agentes que lo habrían detenido.
La Justicia federal de Bahía Blanca allanó ayer la subestación Policía Comunal de Mayor Buratovich, 95 kilómetros al sur de esa ciudad bonaerense. El procedimiento apuntaba al secuestro de los libros de guardia, registros y novedades de la dependencia, algunos de cuyos miembros están en la mira por la desaparición de Facundo Astudillo Castro (22). Su madre tuvo el último contacto telefónico el 30 de abril, desde esa localidad del distrito de Villarino.
Además de los handies utilizados por el personal policial, el fiscal Santiago Ulpiano Martínez pidió la requisa del móvil 23360 de la Bonaerense. Se trata de una Toyota Hilux doble cabina, señalada por testigos como el vehículo al que el personal de la Fuerza hizo subir al joven alrededor de las 15.30 horas del 30 de abril.
Facundo había salido a dedo el día anterior desde Pedro Luro rumbo a Bahía Blanca y una mujer, que lo levantó en la ruta 3, lo dejó cerca de Mayor Buratovich. Al atravesar el acceso, fue abordado por policías que vigilaban el cumplimiento de la cuarentena por la pandemia de coronavirus .
“Antes de la curva grande pueden ver un patrullero detenido en la banquina, haciendo que mermen la velocidad y circulen lentamente junto a ellos”, reconstruyeron los investigadores en base al relato de tres testigos que iban de Luro a Bahía Blanca en un auto.
“De dicho patrullero-continuaron descienden dos masculinos y cerca del alambrado caminaba un joven al que identifican sin lugar a duda alguna como Facundo Castro”. Los testigos mencionaron que llevaba una mochila y que era llamado por personal policial.
Según fuentes del caso, los dos testigos, un hombre y una mujer, aseguraron que observaron el momento en el que los agentes “abren la puerta trasera del lado derecho de la camioneta (lado del acompañante) y hacen ascender a Facundo a dicha cabina”. Esos testimonios recién se incorporaron la semana pasada a la causa que lleva adelante la Unidad Funcional de Instrucción Judicial 20 de Bahía Blanca.
Ese aporte, que según Cristina Castro (42), la mamá de Facundo, fue rechazado inicialmente por la Policía de Villarino, la impulsó a acudir a la Justicia federal para que investigara su desaparición como forzada. Allí solicitó además que la fiscalía provincial se aparte de la investigación y la reoriente hacia la zona de Mayor Buratovich.
Otro de los objetivos del allanamiento ordenado por el fiscal Martínez era el secuestro de los celulares de cuatro agentes policiales (Alberto González, Siomara Ayelén Flores, Jana Curruhinca y Mario Gabriel Sosa). Al mismo tiempo, la UFIJ 20 -a cargo de la investigación por averiguación de paradero- revelaba que los uniformados ya los habían entregado voluntariamente.
En la misma comunicación, el fiscal Rodolfo De Lucía anunció la separación preventiva de la Bonaerense de las tareas de investigación y su reemplazo por el “auxilio exclusivo de las fuerzas de seguridad dependientes del Ministerio de Seguridad de la Nación”. Esto ya había sido anticipado por el ministro de Seguridad de la provincia, Sergio Berni.
Más allá de su resolución, el fiscal De Lucía aclaró que “hasta el momento no se advierten elementos objetivos para sospechar que la ausencia del joven tenga relación con un accionar ilícito de agentes de la Policía de la provincia”.
Hasta el mediodía de ayer, unos 200 policías bonaerenses ya habían rastrillado distintos sectores de Bahía Blanca para hallar a Facundo, desaparecido hace 70 días. Los procedimientos se concentraban en sitios donde otros testigos aseguran haber visto al joven, que iba a Bahía Blanca a buscar vestimenta suya a la casa de su ex novia.
La familia de Facundo criticó los rastrillajes. “Están buscando encubrir y desviar la investigación”, dijo a Clarín Leandro Aparicio, abogado de la madre del joven. Y agregó: “Es muy burdo y obvio lo que están haciendo. Quieren plantar la hipótesis de que Facundo estuvo en Bahía Blanca sobre la base de cinco testimonios muy débiles”.