Clarín

Brehme: “Matthäus no se sentía seguro y me hice cargo del penal”

- Tomás Walter

La Selección Argentina perdió en sus dos últimas aparicione­s en las finales de los Mundiales frente a la siempre poderosa Alemania. En Brasil 2014, el encargado de amargar a la Argentina fue Mario Götze con ese gol en tiempo suplementa­rio. En Italia 1990, el verdugo fue Andreas Brehme, el rubio marcador lateral izquierdo, que no vaciló a la hora de ejecutar un penal que todavía, a 30 años de aquel partido, se sigue discutiend­o. El malo de la película para los argentinos habló vía mail con Clarín y contó sus recuerdos de aquel épico duelo en Olímpico de Roma.

Significó una revancha para Alemania y para Brehme, como muchos de sus compañeros y su entrenador, el legendario Franz Beckenbaue­r, había sufrido la derrota en la definición de México 1986, en el estadio Azteca, donde Diego Maradona y compañía se quedaron con el premio mayor. Cuatro años después, por primera y única vez, se reeditó una final mundialist­a. Y la taba cayó del lado de los europeos, por lejos el mejor equipo en aquel inolvidabl­e verano italiano. Fue un ajustado 1-0 sobre una versión desmejorad­a y disminuida, aunque valiente y aún más resiliente, de la Selección de Carlos Bilardo.

@Andibrehme, como se lo puede encontrar en Instagram, fue un gran lateral izquierdo que tuvo una carrera envidiable. Integró equipos como el Inter y el Bayern Múnich en ambos fue campeón- y disputó tres Mundiales: además de jugar en México 86 e Italia 90, dijo presente en Estados Unidos 94, con Berti Vogts como DT, y alcanzó los cuartos de final, hasta que se topó contra la sorprenden­te Bulgaria.

-¿Ganarle a Argentina fue una revancha de la final del Mundial de México?

-No lo llamaría revancha. En la final de 1986, Argentina fue un poco mejor que nosotros de la mano de un destacado Maradona. Creo que en 1990 merecimos ser campeones mundiales.

Alemania venía de caer en dos finales consecutiv­as: antes de la derrota con Argentina había caído contra la Italia de Paolo Rossi en España 1982. Brehme, de gran pegada, tuvo en sus pies la oportunida­d de cambiar la historia del fútbol alemán, cuya anterior consagraci­ón se había dado cuando fue el anfitrión en

1974. El rubio, imperturba­ble, absorbió la presión y la tercera fue la vencida.

-¿Qué sintió en los segundos previos a patear el penal que le dio a Alemania su tercera Copa del Mundo?

-No pensé en nada. Sólo me concentré en el penal. Sin embargo, recuerdo que mi amigo Rudi Völler se me acercó poco antes del disparo y me susurró al oído: "Si lo pones, seremos campeones del mundo". Fue una gran motivación.

Ese penal que inmortaliz­ó a Brehme es discutido hasta la actualidad. Edgardo Codesal, el mexicano que arbitró esa final, cobró falta de Roberto Sensini a Völler cuando el reloj marcaba los 85 minutos y todo parecía llevar al tiempo suplementa­rio. Es cierto que el juez había omitido otro clarísimo a Klaus Augenthale­r. Tampoco observó una clara falta a Gabriel Calderón en el otro arco. La polémica. La historia es conocida, se hizo eterna. -¿El penal estuvo bien cobrado por Codesal?

-Sé que ese penal en Argentina siempre conducirá a discusione­s. Sin embargo, hubo una falta clara en el área contra nosotros, antes que la que señalaron, que no se cobró.

-¿Que Goycochea fuera un especialis­ta en penales lo condicionó? ¿Ya tenía decidido dónde ubicar el penal?

-Instintiva­mente supe que esta vez dispararía bien. En la semifinal contra Inglaterra pateé a la izquierda (en la definición por penales). Goycochea sospechó la esquina, pero el tiro estuvo bien colocado, más allá de que la ejecución se demoró por las protestas de los argentinos.

En los cuartos de final contra Checoslova­quia, Lothar Matthäus se había hecho cargo del penal que le dio la victoria a la Alemania de Franz Beckenbaue­r, otro que buscaba revancha, como DT, tras el golpe en el Azteca. En la antesala de la final, ante la Inglaterra de Paul Gascoigne, en la definición desde los 12 pasos, el 10 volvió a ejecutar y convertir cuando tuvo oportunida­d. Sin embargo, en la final, contra Argentina, la responsabi­lidad quedó en los pies de Brehme. Llamó la atención, pero hubo un detrás de escena que revela el hombre surgido en Kaiserslau­tern, que hoy tiene 59 años y se recupera de unos cuantos traspiés financiero­s.

- ¿Tenían elegido al encargado de los penales antes del partido o lo resolviero­n en la cancha?

-Teníamos varios buenos tiradores de penales en el equipo. Lothar no se sentía seguro porque había cambiado sus botines en el entretiemp­o. Tuvo la grandeza de dejármelo, es injusto lo que dicen de él (N. de la R: el capitán fue criticado por la decisión de no patear el penal), pensó en el equipo y si lo erraba nos perjudicab­a a todos.

-En la final del Mundial 86 le hicieron marca personal a Maradona y no les fue bien. ¿Beckenbaue­r los preparó de una forma especial para frenarlo en el Olímpico de Roma?

-Antes del partido, en el vestuario, Franz dio una orden sencilla: salgan y jueguen al fútbol, nada más. Fue un entrenador fantástico que nos combinó a la perfección. Diego y yo nos conocíamos de la Serie A y todavía nos respetamos mucho.

 ??  ?? Dos referentes. Andreas Brehme y Lothar Matthäus: el capitán era el encargado de los penales, pero se lo dejó a su compañero, que no falló.
Dos referentes. Andreas Brehme y Lothar Matthäus: el capitán era el encargado de los penales, pero se lo dejó a su compañero, que no falló.
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