Construyen módulos especiales para presos con coronavirus en la Provincia
Hasta ahora hay dos casos registrados con Covid-19 en los penales bonaerenses. Las obras terminan en setiembre.
Después de 110 días de aislamiento obligatorio por la pandemia, se terminan las primeras construcciones de plateas de hormigón para el montaje de las 14 Unidades Sanitarias en penales bonaerenses. Estarán destinadas a la atención de eventuales tratamientos de internos infectados con COVID 19.
Son módulos de 382 metros cuadrados con capacidad para alojar 24 plazas. Funcionarán, una vez terminadas, para la contingencia de propagación del virus intramuros. Son los centros de salud anunciados por el presidente Alberto Fernández, y el gobernador, Axel Kicillof, en momentos del mayor voltaje político por las críticas sobre las excarcelaciones masivas de presos.
El funcionamiento de estos módulos resultan aleatorios, específicos del tratamiento primario del coronavirus, de las 1.440 camas y sectores adaptados que tiene el Sistema Penitenciario provincial bajo protocolo de prevención y atención de pacientes sospechosos de haber contraído COVID 19. Es decir, no graves.
Hasta el momento, están registradas dos casos de contagios de internos. Ambos en el penal de Florencio Varela, en marzo. La infección resultó fuera de la unidad penitenciaria, en salidas habilitadas. Coincidió esa secuencia con una controversia sobre la decisión de la Casación bonaerense de habilitar libertades de presos en situación de riesgo epidemiológico. Involucraba a mayores de 65 años, con enfermedades preexistentes y embarazadas, entre otros. Todos procesados o condenados por delitos leves. La Suprema Corte provincial limitó esa posibilidad y la cuestión judicial no terminó con esa instancia. La Defensoría planteó un recurso en queja y ahora es la Corte nacional la encargada de dirimir el pleito.
Tal apremio en el origen del problema, precedido por motines y tomas de presidios, determinó que el ministerio de Infraestructura de la Nación, a cargo de Gabriel Katopodis, afectara recursos para las 14 Unidades Sanitarias dentro de los penales bonaerenses. La ejecución está a cargo del ministerio de Justicia y Derechos Humanos, a cargo de Julio Alak.
El montaje, una vez construidas las plateas de hormigón, que sirven de anclaje para los módulos premoldeados, consume, al menos, 30 días. Según
la previsión de las autoridades del SPB, a fines de setiembre quedarían finalizadas. Las cárceles son Florencio Varela, Lomas de Zamora, Campana, San Martín, Ituzaingó, La Plata, Magdalena, Mar del Plata (Batán), Olavarría y General Alvear.
La capacidad es para 336 plazas asignadas a personas detenidas afectadas con coronavirus.
Habrán pasado hasta la construcción dos meses desde el anuncio de Fernández- Kicillof, el 26 de mayo, apenas apagada la discusión de las liberaciones. Entre las disquisiciones humanitarias, legales e incluso ideológicas, la pulsión del tema carcelario asomaba dramática, otra vez, desde el fondo del sistema y la realidad de un país atrasado en esa materia: en el Servicio Penitenciario Bonaerense hay plazas para 23.000 presos.
Sin embargo, debe contener a 45.000. Hacinamiento por donde se lo mire.
Persistente desde hace décadas y aumentado en este siglo por la precipitada caída social, tanto como la trepada delicuencial y las nuevas modalidades de la criminalidad.
Un dato: en los últimos 20 días habría aumentado la detención en comisarías. Después de un planchado del delito en la primera etapa de la cuarentena. Lo advirtieron esta semana el intendente Mario Ishii (José C Paz), y el ex jefe comunal Joaquín De la Torre (San Miguel). Fueron públicas las declaraciones. Otros, menos expuestos, admiten: “Volvieron a trabajar de chorros los que eran delincuentes”, explican. “Alguna Policía también ya está de nuevo en la suya”, acotan sin precisiones.w
En las cárceles de la Provincia hay 23.000 plazas y se alojan 45.000 presos.