Condenan a un empresario que violó a sus nietas y a una sobrina
“Lo que le pasó a las nenas lo van a sufrir toda la vida”, dice Claudia, la hija del empresario y productor agropecuario pampeano Elbio Eyheramonho (78), condenado a 18 años de prisión por abuso sexual agravado de cuatro de sus nietas y una sobrina.
Claudia vive en Mar del Plata y es madre de una nena de 7 años, una de las cinco víctimas. Fue querellante y casi como un desahogo cuenta que la “reconforta” la condena a su padre, y advierte el riesgo que significaría que le otorguen, en algún momento, la prisión domiciliaria.
La sentencia fue dictada por los jueces Gastón Boulenaz, Andrés Olié y Alejandra Ongaro, quienes además dispusieron que el acusado siga con prisión preventiva hasta que la misma quede firme. Los abusos ocurrieron en un lapso de 16 años, entre 2002 y 2018. Hoy, sus cuatro nietas tienen 24, 16, 14 y 7.
Eyheramonho está detenido en una celda del Grupo Especial Operativo), ubicado en un edificio entre Santa Rosa y la vecina localidad de Toay.
La condena impactó en la capital provincial, lugar donde el caso generó gran conmoción desde el momento que una de las víctimas denunció públicamente, y por las redes sociales, a su abuelo. Claudia atiende al llamado de Clarín. Tiene una hermana y un hermano. Los tres son hijos del atacante y padres de las víctimas. -¿Cómo recibiste la condena?
-Fue un alivio. Bien. Lo más reconfortante fue que no le dieron la prisión domiciliaria, porque si era así es un peligro para la sociedad. Teníamos ese temor por la edad y porque es del grupo de riesgo con este tema del coronavirus. No hubieran vivido tranquilas mis sobrinas y mi mamá. Pero los jueces se dieron cuenta de que no está arrepentido. Hubiera atacado otra vez. Además empezó a atacar de grande, seguiría abusando.
-¿Cómo pudo cometer los abusos durante tantos años siendo parte de la familia?
-Era muy hábil. Atacaba en cualquier momento, cuando veía la oportunidad. Y a las nenas las atacó hasta que tuvieron 11 ó 12 años, cuando ellas podrían empezar a hablar del tema.
-¿Cómo fue el proceso para que alguien se animara a hablar?
-Eso le agradezco a una de mis sobrinas. Ella lo pudo decir. Fue hace dos años, en unas vacaciones cuando mi hija fue a Santa Rosa. D., la prima, vio cómo la miraba (Elbio a su hija, hoy de 7 años). Y se dio cuenta que iba a seguir haciendo lo mismo. Lo pudo hablar por una clase de Educación Sexual Integral y allí lo charlaron con las primas. Una de ellas lo puso en Instagram y ahí explotó todo. -¿Qué ocurrió en esa reunión dónde lo enfrentaron a tu padre? -Cuando nos juntamos hizo (el padre) un comentario: “Uy, reunión familiar”.
Era algo que nunca quería. El tenía estrategias para que se ocultara todo: una era que estuviéramos peleados entre los hermanos. Y se manejaba con el dinero: te daba plata, entonces le debías y con eso te maltrataba. En esa reunión dijo eso de que “no es para tanto” y que “a las nenas había que iniciarlas sexualmente”. Quería matarlo.w