El oficialismo ganó en País Vasco y Galicia en comicios marcados por la pandemia
Hubo voto por correo en ambas regiones españolas y largas colas bajo estrictas medidas de seguridad.
Las regiones españolas de Galicia y País Vasco celebraron ayer unas atípicas elecciones regionales, con medidas reforzadas de higiene y cientos de votantes excluidos por estar enfermos de coronavirus. Los comicios apuntalaron a los gobiernos, por lo que una mayoría de candidatos oficialistas reforzó su posición. El voto por correo registró récords tanto entre gallegos como entre los vascos.
La jornada en ambas regiones se celebró bajo estrictos protocolos de seguridad, lo que provocó largas filas en algunos colegios de votación, aunque todo se desarrolló con normalidad. Las mascarillas fueron obligatorias y los votantes tuvieron que dejar el carnet de identidad en una caja para que no entrara en contacto con los miembros de la mesa electoral.
Las elecciones, previstas para el 5 de abril y que tuvieron que ser aplazadas a causa de la pandemia, se celebraron tras la polémica decisión de ambos gobiernos regionales de prohibir a los contagiados de coronavirus acudir a votar, lo que afectó a cerca de 400 personas en total. En Lugo (Galicia) una semana antes de las elecciones tuvieron que ser confinadas cerca de 70.000 personas a causa de brotes de coronavirus.
En Galicia, el presidente saliente, Alberto Núñez Feijóo, del conservador Partido Popular (PP, primera fuerza de la oposición a nivel nacional) mantuvo su mayoría absoluta, la cuarta consecutiva, al obtener 42 de los 75 escaños del Parlamento regional (gana uno), sin que se aprecie un desgaste en su popularidad a pesar del paso del tiempo. En segundo lugar se situó el Bloque Nacionalista Gallego (BNG), que dio un salto hasta los 19 escaños (13 más), superando al Partido Socialista (PSOE), que se mantiene con 14.
En el País Vasco, el gobernante Partido Nacionalista Vasco (PNV) reforzó su mayoría relativa al obtener 31 de los 75 diputados en juego (sube 3). El partido independentista EH-Bildu (antiguo brazo político de la desaparecida banda terrorista ETA) logró 22 diputados (sube 4). Con estos resultados, los nacionalistas e independentistas vascos logran su mejor resultado histórico, al acaparar 53 de los 75 diputados regionales.
La gestión de la pandemia y la crisis económica no parece haber pesado al Partido Socialista (PSOE), socio mayoritario de la coalición oficialista española, ya que mantiene sus 14 escaños en Galicia y sube ligeramente en el País Vasco (de 9 a 10). En cambio, el otro socio de la alianza gubernamental, el populista Unidas Podemos, sufre una fuerte caída en ambas regiones. Así, Podemos desaparece del Parlamento regional gallego, donde hasta ahora era la segunda fuerza con 14 escaños, mientras que en la Cámara vasca pasa de ser el tercero al cuarto grupo más numeroso, al caer de 11 a 6 escaños.
El ultraderechista Vox, tercero en el Congreso español, entró al Parlamento vasco con un escaño, pero se quedó fuera de la Cámara gallega. Si el PP mantiene su mayoría absoluta en Galicia, entre los vascos sigue su descenso al pasar de 9 a 5 escaños.